Las grandes ciudades europeas tienen un compromiso honrado con el cambio climático y gran responsabilidad en la salud de sus habitantes debido a la grave contaminación. Es por eso que todas intentan atajar este enorme problema -causante de más 800.000 muertes anuales, de ellas 15 al día en Madrid- con medidas cada vez más drásticas. Sin embargo, en la capital de España, tras los pactos alcanzados por el trío de Colón, se va a revertir desde el 1 de julio la tímida medida de bajas emisiones impulsada por el Consistorio de Carmena, con una moratoria sine die. Bruselas nos multará con razón y el dinero saldrá de nuestro bolsillo en lugar del de aquellos insensatos que, además de robarnos la salud, maltratan el planeta. Como siempre, los más vulnerables, niños y abuelos, familiares a los que tanto amamos. Pero esta es solo una de las 80 medidas que en Madrid, PP, Cs y Vox han firmado no para construir, sino para demoler el legado progresista de Carmena y su equipo.