Artículo 21 del Reglamento del Congreso de los Diputados: «El Diputado quedará suspendido en sus derechos y deberes parlamentarios cuando se hallare en situación de prisión preventiva y mientras dure esta». Así de comprensible. Sin más. Que la presidenta del Congreso, Meritxel Batet --profesora de Derecho Constitucional-- haya querido hacer una consulta al Tribunal Supremo sobre la interpretación de este artículo me lleva a pensar dos cosas: primero, que con esta maniobra quiso actuar de manera tendenciosa para favorecer a los presos políticos secesionistas, y segundo, que lo hizo también con idea de ayudar a su partido a conseguir en Cataluña un mayor rédito electoral. No es de recibo que la legislatura que empieza vaya a tener de presidenta en el Congreso a una persona tan arbitraria y escorada. El presidente en funciones, Pedro Sánchez, ha cometido un grave error al elegir a Batet para llevar a cabo esta función. Con tanto guiño hacia sí mismo y, sobre todo, hacia el independentismo, lo único que va a conseguir el presidente es dejar tuerta a España.