En estos tiempos de incertidumbre, en estos momentos de preocupación, no cabe otra cosa que imaginar que un cordobés, en su interior mas elemental, para paliar estas ansias, fija la mirada en el horizonte y atisba, por un lado la sinuosidad de su río, que está lleno de vestigios que recuerdan a nuestros orígenes árabes y romanos. También vemos próxima a esa línea una puerta, una floreada, llena de luz, de olor, de sabor, que nos espera, que nos llama. En esa puerta llena de simbolismo (la de la portada de la Feria de Córdoba, de momento aplazada) es en la que, más pronto que tarde, querremos estar, y hacerlo juntos, y dispuestos a certificar que, como siempre, como tantas veces , Córdoba , la ciudad eterna , se ha rehecho, ha superado adversidades y lo celebra en su puerta, con los suyos, con los nuestros, con todos. # Yomequedoencasa.