En un ya largo confinamiento

y en la angustia compartida

yo es que a mi gente la anhelo.

Yo la anhelo, como todos…

pero tú no desesperes

compartimos ese cielo

igual hombres que mujeres

donde están nuestras estrellas,

esas que ya alcanzaremos

cuando este virus perezca.

Es momento de superar el reto, de la creatividad,

del compromiso social y de aportar responsabilidad.

Y como en toda vivencia, lo mejor ha de quedar:

un enorme aprendizaje y lección de humanidad,

un ejemplo de lucha valiente de toda nuestra sanidad.