Son muchos los reconocimientos merecidos que en estos días los cordobeses estamos dedicando a nuestra japonesa y cordobesa Hisae Janasse Sudho. Por mi parte, como párroco de San Rafael y colaborador en el proyecto de la Cerámica Califal por Alfar Frapa, dirigido por Hisae, no puedo dejar de sumarme a tan obligados agradecimientos. Nuestro trabajo en común se inició el año 1980 cuando en la parroquia de San Rafael de Córdoba iniciábamos un proyecto para discapacitados físicos, creando unos talleres de cerámica. Fue, para ello, cuando nos conocimos en el barrio de la Fuensanta y le propuse a Hisae la aventura de investigar en Medina Azahara la Cerámica Califal. Así fue. Ella capitaneó a los primeros alumnos de Frapa y con su sabiduría los preparó para ser un grupo de artistas jóvenes. Hicimos la I Exposición de Cerámica Califal en la Diputación el veinticinco de marzo del año 1983. Este acontecimiento cultural y social es el mejor homenaje que, hoy, y, ya, en la eternidad le damos a Hisae desde la parroquia de San Rafael, en la obra de Alfar Frapa.

Mil gracias, Hisae. Serás para nosotros un referente de dulzura y sabiduría solidaria. Que Dios te premie tus muchas y buenas obras. Eres merecedora de nuestro cariño y reconocimiento.