Hola papá, solo queremos decirte que te echamos muchísimo de menos. Nos hemos quedado con la sensación de no habernos despedido de ti, de no haberte dicho todo lo que sentíamos por ti y, en definitiva, de no haber hecho más cosas juntos. Sabíamos por conocidos que cuando se va un ser querido, deja un vacío imposible de llenar, pero no nos imaginábamos que sería tan duro. Es un dolor en el corazón que va más allá de lo físico, una opresión en el pecho mezclada con el pensamiento de que es imposible que esto sea verdad. Y es que para nosotras eras invencible, incapaz de irte sin hacer ruido, hasta echamos de menos tu genio, y en definitiva, a ti. Eras grande, papá, en todos los sentidos, grande de cuerpo y de corazón. Eras fuerte como un roble, por eso nos es tan difícil asimilar que te has ido, aunque siempre estarás en nuestros corazones, porque fuiste, eres y serás nuestro referente, nuestro ejemplo a seguir y, en definitiva, seguirás entre nosotras toda la vida.