Estos días están siendo duros para nosotros. Esta maldita pandemia no nos ha permitido acompañarte los últimos días de tu vida como merecías. No hemos podido abrazarte, decirte una palabra de despedida, sentir tu aliento, escucharte, despedirnos de ti. Es inhumano no poder abrazarse en el dolor. Nuestro corazón se llena de sentimientos, recuerdos, deseos, lloros, quejas, etc.

Hemos tenido miles de llamadas, mensajes, palabras de aliento que intentan suplir tu dolor. Pero el vacío es grande, demasiado grande para entender lo que está faltando. Es muy fuerte y muy duro.

En una noche fría de otoño,/ tú corazón dejó de latir./ Te fuiste sin que nadie de la familia/ pudiera imaginar que fuera posible./

Te echaremos mucho de menos,/ nos quedamos con los mejores recuerdos de ti/ y porque sé que en todo momento estarás ahí./ Te queremos.