Hubo de todo, elecciones, la polémica exposición en la Diputación Maculadas sin remedio con la obra Con flores a María, el suicidio de una víctima por acoso de WhatsApp. Mes de mayo dedicado a la Virgen María, con escasa participación. ¿Dónde está ese fulgor, esa muchedumbre, esos entusiasmos y esas exteriorizaciones semanasanteras? ¿Dónde los confirmados, los bautizados y las primeras comuniones? En Espejo, todo quedó bien reflejado en las últimas elecciones municipales, donde, muchísima gente de centro derecha, poniendo palos en las ruedas, le dio el voto al PSOE. ¿Fueron votos de castigo, desagrado, desprecio, despecho, de odio y rencor hacia la persona o a las familias? ¡Que cada cual entone el mea culpa!

Y el mayo clásico de los viejos refranes: Abril lluvioso, hace a mayo florido y hermoso; o el de la copla «Preludio de Primavera» de los Romeros de la Puebla: Cuando en mayo sopla el viento, grana la espiga mejor, ya no es el que era, y se despidió sin haber caído una gota de agua por el dañino cambio climático donde sigue y sigue esa pertinaz sequía que lo está agravando todo, consiguiendo uno de los mayores desastres medioambientales que se han globalizado en todo el planeta Tierra. Desde que empezó la revolución industrial pocas cosas en positivo se han hecho para evitar las consecuencias que el progreso, con tantos adelantos, tanta progresía, tanto correr, tantas prisas, tanto modernismo desmesurado, tanta inquietud por la superación, tanto desprecio a las leyes naturales, la deforestación, los incendios forestales, la contaminación medioambiental, el excesivo avance de la nueva era digital, las graves diferencias entre ideologías políticas y religiosas, y la despreocupación de quienes, como la ONU, y entre nosotros, el Parlamento Europeo, más preocupados por sus propios intereses y por intereses partidistas, han dado lugar a lo que tenemos. De aquellos polvos vienen estos lodos.