Con su victoria por 0-5 ante el Apedem Montilla, el primer equipo alevín del Córdoba se proclamó campeón de la Segunda Andaluza a falta de dos fechas para la conclusión de la competición. Una año más, el conjunto blanquiverde tuvo como máximo perseguidor al Séneca, equipo al que derrotó tanto en la ida como en la vuelta.

Los jugadores dirigidos por Salvador Escobar han desplegado el juego que ha caracterizado a las categorías inferiores de la entidad ribereña en los últimos años. Un juego basado en la presión alta y la movilidad del balón a través del toque. Dos conceptos que invitan a una vocación ofensiva, unido a valores como el respeto.

Prueba de ello son sus registros: 254 goles a favor por 17 recibidos. El conjunto blanquiverde solo ha conocido la victoria en los 28 partidos que ha jugado, siendo la más abultada un 16-0 que le endosó al Bujalance.