Brasil registró 66.041 casos de violaciones en 2018, lo que arroja una media de 180 por día y supone una cifra récord para el país, según un informe divulgado por el Fórum Brasileño de Seguridad Pública. De acuerdo con la última edición del Anuario Brasileño de Seguridad Pública, los delitos de este tipo crecieron un 4,5 % con respecto a 2017, cuando se notificaron alrededor de 63.100 casos.

El 81,8 % de las víctimas fueron mujeres y el 53,8 %, menores de 14 años de edad. Según el informe, cuatro niñas de menos de 14 años fueron violadas por hora durante el año pasado en Brasil y por otro lado, en tres de cada cuatro episodios, el autor de la violación era conocido por la víctima; mientras que en relación a la raza, 50,9 % de las víctimas fueron negras y 48,5 % blancas.

Moral conservadora

El informe denuncia que en la sociedad brasileña, incluyendo a los órganos públicos responsables de registrar los casos de violación, "aún existe una moral conservadora que culpa a la víctima por la violencia sufrida, reflejo de una visión estereotipada y machista".

Por otro lado, los feminicidios también presentaron un incremento del 4 % frente a 2017 hasta las 1.206 víctimas, de las cuales el 61 % fueron mujeres negras. Esta lacra golpea a las mujeres brasileñas de todas las edades, pero se agrava especialmente entre las que se encuentran en edad reproductiva: el 28,2 % de las víctimas tenían entre 20 y 29 años y el 29,8 % tenían entre 30 y 39 años cuando fueron asesinadas y en casi el 90 % de los casos, el autor fue su pareja sentimental o un exnovio.

Condiciones negativas

Este aspecto se relaciona directamente con uno de los factores característicos de la violencia contra la mujer, pues esta ocurre en muchas ocasiones, en el seno de "relaciones matrimoniales íntimas" en las que hay una "dependencia patrimonial y una violencia psicológica", subraya el informe.

Ello supone todo un desafío a la hora de aplicar "políticas de prevención y protección", porque muchos feminicidios se dan en "relaciones sentimentales" en las que se presupone desde el exterior, que hay un vínculo de "seguridad y confianza" que en esos casos no existe, añade el informe. El crecimiento en el número de feminicidios contrasta con el descenso generalizado de la cifra de asesinatos del país registrada en 2018.

Según el informe, Brasil registró el año pasado 57.341 muertes violentas, lo que representa una caída del 10,4 % frente al récord de 64.021 homicidios de 2017 y constituye la primera reducción de esa estadística en los últimos tres años. De esta forma, las cifras indican que la tasa de homicidios en Brasil cayó desde 30,8 por cada 100.000 habitantes en 2017 hasta 27,5 por cada 100.000 habitantes en 2018, aún una de las mayores del mundo.