El presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, no ha aceptó ayer la lista de ministros propuesta por Giuseppe Conte, el elegido para ser primer ministro por dos partidos populistas que ganaron las elecciones del pasado mes de marzo, La Liga y el Movimiento 5 Estrellas (M5S). El principal escollo fue la propuesta como ministro de Economía de Paolo Savona, de 81 años, un euroescéptico, contrario al papel de Alemania en la Unión Europea y que considera que el euro es una «moneda equivocada». Por la mañana, Savona intentó suavizar su posición al explicar que quería solamente «una Europa mejor y más justa».

La negativa de Mattarella forzó a Conte a renunciar a presidir el futuro Ejecutivo y profundiza la crisis política del país, que lleva 83 días sin Gobierno. El presidente italiano ha convocado para hoy lunes a Carlo Cottarelli, un economista de 64 años, exdirectivo del Fondo Monerario Internacional (FMI) y excomisario para la reducción del gasto público de Italia, para, se supone, encargarle la formación de un nuevo Gabinete.

Los ánimos estaban ayer tan exacerbados en las filas de los dos partidos que ganaron los comicios que los antisistema del M5S incluso anunciaron que promoverán en el Parlamento un proceso de destitución contra Mattarella. El líder del M5S, Luigi Di Maio, anunció en una intervención televisiva esta decisión en base al artículo 90 de la Constitución, que prevé el «acto de acusación» al presidente de la República en casos de alta traición o atentado a la Carta Magna.

Un Di Maio furibundo aseguró que la medida es necesaria ya que en caso de elecciones y de victoria se volvería a proponer el problema con el veto del Jefe de Estado. «Es necesario que esto llegue al Parlamento para evitar reacciones de la gente», advirtió. «El voto no cuenta nada», protestó Di Maio. Matteo Salvini, por su lado, líder de La Liga, arengó a los suyos en un acto político al grito de «si no hay democracia, mejor volver a las urnas».

Tres opciones / Tras la reunión con Conte, Mattarella explicó o que había dado «a los partidos vencedores» de los comicios «todo el tiempo necesario». Al final de la tarde, Mattarella informó que «en las próximas horas» tomará una decisión sobre el futuro político inmediato del país. Hay tres opciones, todas encaminadas a la convocatoria de nuevas elecciones: comicios anticipados en verano; que un Gabinete técnico conduzca al país hasta unas nuevas elecciones en otoño -o el próximo año-; o pedir al Ejecutivo dimisionario de Paolo Gentiloni que siga en funciones hasta los comicios.

Es la primera vez que un presidente de la República rechaza el nombramiento de un ministro propuesto por el partido o partidos más votados. Mattarella justificó su decisión al afirmar que su cargo le obliga a «defender la Constitución y la unidad de Italia» y que ya había advertido a La Liga y al M5S que no iba a aceptar ministros que pusieran en peligro los ahorros y las inversiones de los italianos. «He hecho lo posible para que naciera un gobierno político», dijo Mattarella. «La designación del ministro de Economía es un mensaje inmediato y de confianza a los operadores financieros», dijo el jefe del Estado italiano para justificar su no a Savona. «Pedí que fuera un miembro de la mayoría o un exponente que no tuviera una posición como la manifestada que podría provocar la salida de Italia del euro, que es muy diferente a un intento de cambiar Europa y de mejorarla desde el punto de vista italiano», añadió el presidente de Italia.

Algunos analistas sostienen que La Liga esperaba secretamente este desenlace. La razón es que en las últimas semanas sus líderes se habían convencido de que formar un Ejecutivo junto al M5S habría constituido una aventura con final desconocido. «Son el diablo, no hay que aliarse con el M5S», había avisado Silvio Berlusconi que, con su partido Forza Italia, forma parte de la coalición conservadora. Berlusconi ya advirtió de que, de formarse, no habría votado la confianza al nuevo gobierno.