Al menos 49 personas han muerto y 48 han resultado heridas, según el último recuento de víctimas, en el ataque armado a dos mezquitas de la localidad de Christchurch. Por el momento hay cuatro detenidos, tres hombres y una mujer, a quienes han incautado artefactos explosivos en sus vehículos. La primera ministra, Jacinta Ardern, habla de "violencia sin precedentes". Varios testigos han indicado que en el interior de una de las mezquitas había entre 300 y 500 personas, incluidos varios miembros del equipo de cricket de Bangladesh, que mañana tenía previsto disputar un encuentro contra el de Nueva Zelanda.

Poco después del ataque, el primer ministro de Australia. Scott Morrison, ha identificado a uno de los atacantes como un extremista australiano. "Es un terrorista extremista de derechas, violento", ha afirmado sin dar más detalles.

Uno de los tiroteos ha sido retransmitido en directo por uno de los propios atacantes a través de su cuenta de Facebook. En las imágenes, espeluznantes, el agresor aparece con ropa militar dentro de la mezquita disparando a bocajarro a varias personas con un arma automática de la que cambia el cargador al menos dos veces. En las redes sociales también circula un manifiesto de los asaltantes que incluiría calificativos peyorativos contra los musulmanes.

Imágenes divulgadas por la televisión del país han mostrado a un hombre detenido al lado de un todoterreno blanco que fue embestido por un coche de la policía.

La policía mantiene acordonada gran parte de Christchurch, donde miles de estudiantes han quedado confinados en las escuelas hasta que se haya garantizado la seguridad en las calles.

Policías hacen retroceder a personas de la escena de un tiroteo este viernes en una mezquita en Christchurch (Nueva Zelanda). Foto: EFE

Una persona herida en una ambulancia tras un tiroteo en Christchurch (Nueva Zelanda). Foto: EFE

Violencia sin precedentes

La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, ha afirmado que el doble ataque ha sido "un acto de violencia extraordinario y sin precedentes", en lo que ha calificado como "uno de los días más negros de Nueva Zelanda". "Este tipo de violencia no tiene ningún sentido en Nueva Zelanda. Esto no es lo que somos", ha dicho Ardern en rueda de prensa. Las autoridades del país se han mostrado prudentes a la hora de hablar de la autoría del ataque.

"Es claramente un supremacista blanco que ha planeado esto durante dos años", ha opinado, por su parte, un analista en seguridad a la emisora Radio New Zeland.