La Unión Europea anunció nuevas sanciones en contra de los jefes de la inteligencia militar rusa y a dos de sus oficiales, a quienes se acusa de envenenar el año pasado al ex agente doble ruso en Gran Bretaña Sergei Skripal, una decisión que Moscú rechazó por infundada.

Las prohibiciones de viaje y la congelación de activos de la UE incluyeron a dos hombres que Gran Bretaña ha identificado como los oficiales de inteligencia Alexander Petrov y Ruslan Boshirov, acusados de intentar asesinar a Sergei Skripal y su hija Yulia.

Skripal, de 66 años, y su hija Yulia fueron hallados inconscientes en un banco de plaza en la ciudad de Salisbury el 4 de marzo del año pasado. Pero los acusados niegan haber rociado la puerta principal de la casa de Skripal en la ciudad inglesa de Salisbury con un arma química en marzo de 2018; sin embargo, este es un caso que ha ampliado la brecha diplomática entre Rusia y Occidente en los últimos años.

MEDIDAS DURAS CONTRA LOS RUSOS

Además de Petrov y Boshirov, el bloque europeo también sancionó al jefe y al jefe adjunto de la agencia de inteligencia militar de Rusia (GRU), Igor Olegovich Kostyukov y Vladimir Stepanovich Alexseyev.

El secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, Jeremy Hunt, dijo que las sanciones cumplen con nuestro compromiso de tomar medidas duras contra las actividades irresponsables e imprudentes de la organización de inteligencia militar rusa, que puso a ciudadanos británicos inocentes en grave peligro en Salisbury el año pasado.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, rechazó la decisión. Es una sospecha que no tiene fundamento, dijo a periodistas en una conferencia telefónica. Todavía no hemos escuchado ninguna evidencia.