La Unión Europea y los ministros de Exteriores de Alemania, Francia y Gran Bretaña subrayaron ayer que siguen comprometidos con el acuerdo nuclear de Irán, pero rechazaron el ultimátum de Teherán. El presidente iraní, Hasan Rohaní, anunció el miércoles que suspende la aplicación de algunos compromisos del pacto nuclear y dio un plazo de dos meses al resto de firmantes para solventar las actuales restricciones al sistema bancario iraní y a la venta de petróleo impuestas por el presidente de EEUU, Donald Trump.

«Rechazamos cualquier ultimátum y evaluaremos el cumplimiento de Irán en base a sus compromisos relacionados con la energía nuclear en virtud del Jcpoa (Plan Integral de Acción Conjunta) y el TNP (Tratado sobre la No Proliferación de las armas nucleares)», subrayó la declaración conjunta de Francia, Alemania y Reino Unido y la Alta Representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini.

A la vez, la UE recordó sus propios compromisos en virtud del acuerdo nuclear, incluido el levantamiendo de multas, y lamentó la reimposición de sanciones por parte de EEUU, agregando que están dispuestos a «preservar y aplicar plenamente el acuerdo nuclear con Irán».

Los firmantes europeos hicieron también un llamamiento a todos los países que no son parte del acuerdo «para que se abstengan de tomar cualquier acción que impida la capacidad de las partes restantes para cumplir plenamente sus compromisos».

CAUTELA EMPRESARIAL / Irán exhorta a los países involucrados en el acuerdo nuclear a que actúen para apoyar su economía, pero las compañías europeas siguen siendo cautelosas por temor a las sanciones de EEUU, según destacan varios expertos.

El ultimátum iraní, notificado oficialmente a los embajadores en Teherán de los países que aún son partes en este pacto -Alemania, China, Francia, Gran Bretaña y Rusia-, afecta principalmente a los europeos, que han demostrado su incapacidad para permitir que Irán disfrute de los beneficios prometidos.

«Existe el temor de estar expuesto a las sanciones secundarias de EEUU», explica Anahita Thoms, experta alemana en comercio exterior y abogada de Baker McKenzie’s International. Y agrega que muchas empresas europeas que desean establecer negocios en Irán se enfrentan a obstáculos «muy prácticos» como «encontrar un banco, una empresa de transporte o una aseguradora».

El problema bancario es uno de los más delicados, ya que las principales entidades europeas son muy reacias a trabajar con Teherán debido a las represalias de Washington. Solo en abril, el banco italiano UniCredit y el británico British Standard Chartered fueron multados con más de 1.000 millones de dólares cada uno por violar las sanciones.