El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió ayer al líder chino, Xi Jinping, respetar la unidad y la soberanía europea como requisito previo para construir una relación equilibrada entre la Unión Europea y el gigante asiático. Una advertencia que pone de relieve el recelo francés ante la estrategia china de hacer negocios siguiendo un esquema bilateral y abriendo la puerta a la división en el viejo continente.

El diálogo con China es ineludible, pero hay ciertas reglas, vino a decir el presidente francés, anfitrión de un encuentro en el Elíseo con aroma de preparativos de la cumbre UE-China del 8 de abril. En la cita participaron la cancillera alemana, Angela Merkel, y el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker. «Estamos dispuestos al diálogo y a la cooperación y esperamos de nuestros socios que respeten la unidad de la Unión Europea y los valores que defiende», resaltó Macron.

Jinping realiza su primera visita de Estado a Francia coincidiendo con el 55º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países. Si el lunes su agenda tuvo un carácter más bilateral, la segunda jornada puso el acento en las relaciones multilaterales y el vínculo con China, que los socios europeos quieren menos escorado hacia los intereses de la potencia asiática.

UN NUEVO MULTILATERALISMO / Sin negar las divergencias, el presidente francés se entretuvo en los puntos de convergencia para defender la participación de China en la construcción de un nuevo multilateralismo, hoy seriamente amenazado por la deriva unilateral de EEUU y la guerra comercial entre Washington y Pekín.

Para ello hay que crear una «confianza estratégica», especialmente en materia económica porque, recordó Macron, la UE es uno de los tres grandes polos económicos del mundo y los desequilibrios productivos pueden llevan a las sociedades a reclamar una protección legítima. «Nuestra voluntad común es evitar que la respuesta sea fracturar el orden comercial internacional, una dinámica conflictiva o políticas de aislamiento», prosiguió.

Angela Merkel también insistió en que la UE debe «hablar con una misma voz» y en la necesidad de encontrar «el nuevo equilibrio» del que habló el presidente francés. «El multilateralismo empieza por unas buenas relaciones bilaterales entre la UE y China», dijo. El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, pidió a Xi que las empresas europeas hallen el mismo grado de apertura en China que las chinas en Europa.