La jefa de la diplomacia europea ya está en Washington. Federica Mogherini ha cruzado el Atlántico para reunirse este jueves y viernes con alguno de los colaboradores más estrechos de Donald Trump y conocer de primera mano cómo respira la nueva Administración norteamericana en materia de política exterior,seguridad y defensa. El objetivo: relanzar la cooperación y encontrar "terreno común para el entendimiento" tras semanas de desencuentros y mucha polémica.

La agenda de Mogherini incluye una larga lista de encuentros para empezar a romper el hielo y reducir la brecha que separa a Washington de Bruselas desde que Trump saliera victorioso en las elecciones del pasado 8 de noviembre. Para empezar se reunirá con su hómologo en la nueva Administración de Estados Unidos, el nuevo secretario de estado Rex Tillerson. También lo hará con el secretario de Defensa, el general retirado, comandante de la primera división de marines durante la invasión de Irak y comandante del mando de transformación de la OTAN entre 2007 y 2009, James Mattis.

En la Casa Blanca, Mogherini tiene previsto encontrarse con el asesor y yerno de Donald Trump, Jared Kushner, así como con el responsable de seguridad nacional Michael Flynn. Su cargada agenda se completa con encuentros con varios senadores, incluido el presidente de la comisión de exteriores del Senado, Bob Corker, el de servicios de armamento, John McCain, y el de Seguridad nacional y relaciones con Europa, Ron Johnson.

RELACIONES TRASATLÁNTICAS

Una primera incursión en la que evocar y hablar sobre lucha contra el terrorismo y la ciberseguridad además de los muchos frentes abiertos que tienen abiertos tanto la UE como Estados Unidos en Siria, Libia, Ucrania, Rusia o el proceso de paz de Oriente Próximo. La visita concluirá el viernes con la intervención de Mogherini ante el Consejo Atlántico para hablar de las maltrechas relaciones trasatlánticas. Desde que Donald Trump ganara las elecciones, la preocupación en Bruselas ha ido en aumento.

A golpe de tuit, el multimillonario ha destrozado todos los manuales de diplomacia internacional y su contención, pese a que ya se sienta en el despacho oval, sigue brillando por su ausencia. Lo mismo le da atacar a la prensa, que a la justicia estadounidense, que defender el 'brexit' que criticar a una empresa que decide no hacer negocios con su hija Ivanka. Una forma de hacer política que le ha valido algunas críticas en Bruselas. “Hay margen para explicar las cosas porque a veces da la impresión de que la nueva Administración (de Estados Unidos) no conoce la Unión Europea al detalle, pero en Europa los detalles cuenta”, recordaba el pasado viernes el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, durante una cumbre de Malta que optó por rebajar el tono.

Esta será la tarea de Mogherini durante esta primera visita oficial a la que Estados Unidos responderá con otra este mismo mes de febrero. El vicepresidente Mike Pence se desplazará a Bruselas el próximo 20 de febrero, tras la conferencia de seguridad de Munich (17-19 de febrero), una “señal política importante” a juicio de la italiana que intentará seguir restaurando los canales de comunicación durante lareunión ministerial de la OTAN la próxima semana en Bruselas.

AVRAMOPOULOS, EL PRIMERO EN CRUZAR

Mogherini no es, sin embargo, la primera representante europea que ha cruzado el charco. El miércoles lo hacía el comisario de inmigración,Dimitrios Avramopoulos, para mantener un primer encuentro con el secretario de estado de seguridad, John Kelly. Una primera conversación que Bruselas ha valorado de “fructífera y amistosa”. La nota de prensa publicada tras el encuentro pasa de largo sobre la principal polémica de las últimas semanas -la prohibición de entrada a ciudadanos procedentes de siete países musulmanes- y aboga por estrechar la cooperación contra el terrorismo. “La crisis de los refugiados es un desafío global y la UE y Estados Unidos debemos abordarla juntos”, recuerda Avramopoulos.

Aunque no hay previstos nuevos desplazamientos de comisarios a Washington, el español Miguel Arias Cañete espera viajar a EEUU tan pronto como sea nombrado su interlocutor. Para ver a Trump en Bruselas habrá que esperar algunos meses más. El presidente ha confirmado al secretario de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, que acudirá a la cumbre de jefes de estado y de gobierno de la OTAN que se celebrará el 25 de mayo y en la que se inaugurará el nuevo cuartel general. Lo que no ha aclarado Trump es si aprovechará ese momento para aceptar la invitación que le han cursado las instituciones europeas. “Seguimos en contacto”, dicen en Bruselas.