Turquía y su aliado, el Ejército Libre Sirio (ELS), conquistaron ayer la ciudad de Afrín, capital del cantón con el mismo nombre, situado en el norte de Siria y objetivo militar turco desde hace dos meses. A mediados de enero Turquía empezó una operación militar aérea y terrestre para capturar la zona, hasta ahora bajo el control de las milicias kurdosirias de las YPG.

Estas milicias -las mayores aliadas de Estados Unidos en Siria- son consideradas terroristas por Ankara por sus vínculos con la guerrilla kurdoturca del PKK. «Hemos tomado este domingo temprano, a las 08.30 horas, el control total sobre el centro de Afrín. La ciudad está totalmente bajo nuestro control», dijo ayer el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. El presidente turco también aseguró que, en los próximos días, su Ejército se centrará en desactivar las «bombas y minas que han puesto» las YPG.