Este viernes ha sido un muy buen día para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Los datos del Departamento de Comercio indican que la economía estadounidense creció entre abril y junio un 4,1%, una expansión que no se registraba desde el tercer trimestre de 2014. Aunque muchos economistas advierten que es improbable que tal ritmo de crecimiento se mantenga, nada ha impedido a Trump mostrarse exultante, asegurar que la expansión sera “sostenida” y reivindicar su filosofía del “América primero” y sus políticas en materia fiscal y comercial. Los datos, indudablemente, son maná para él y los republicanos de cara a las elecciones legislativas de noviembre.

Dos días después de comparecer en los jardínes de la Casa Blanca con el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, para anunciar un acuerdo que ha frenado la escalada de la guerra comercial, Trump ha vuelto al mismo escenario para declarar que ha conseguido “un giro económico radical de proporciones históricas” y asegurar: “una vez más, somos la envidia económica del mundo entero”.

El efecto de los aranceles

Precisamente las tensiones comerciales creadas por sus aranceles han sido uno de los factores clave en el buen dato del segundo trimestre. Las exportaciones crecieron entre abril y junio un 9,3%, y con los importadores extranjeros tratando de adelantarse al aumento de precios, algunas como las de soja se disparararon un 50% respecto al mismo periodo del año pasado.

Los datos también reflejan el impacto de su reforma fiscal. Aunque su recorte de impuestos de 1,5 billones de dólares a largo plazo beneficiará sobre todo a las rentas más altas, el efecto inmediato ha sido más general y los estímulos han contribuido a un aumento del 4% en el gasto de los consumidores, otro de los impulsores del crecimiento entre abril y junio.

Bueno para las legislativas

Pese a la precaución de los economistas, Trump se ha entregado a la celebración. Y aunque desde los expertos hasta la Reserva Federal anticipan que el crecimiento económico se ralentizará en los dos próximos trimestres y el año cerrará con una expansión por debajo del 3%, Trump ha insistido en su teoría de que se superará ese porcentaje. “Los números son muy sostenibles”, ha afirmado.

En cualquier caso representan una buena noticia para él y para los candidatos del Partido Republicano que se enfrentan a las urnas en las legislativas de noviembre, que pueden presentar a los electores los buenos resultados económicos. Los datos del actual trimestre se presentan el 26 de octubre, 11 días antes de los comicios. Para entonces mucha gente ya habrá tomado su decisión.