Estados Unidos no mantendrá sus compromisos con el Acuerdo del Clima de París para reducir las emisiones de gases contaminantes. Después de mucho suspense y una riada de filtraciones que apuntaban en esa misma dirección, Donald Trump se desvinculará del pacto suscrito en el 2015 por 195 naciones, como había prometido durante la campaña, según avanza la prensa estadounidense. Con esta decisión, que hace del rechazo a la ciencia una política de Estado, Washington perderá el liderazgo mundial en la lucha contra el cambio climático para ponérselo en bandeja a rivales geopolíticos como China, Europa y la India. También dejará aislada a la primera potencia, que será junto a Nicaragua y Siria, el único país que ha renunciado a adherirse a los compromisos de París.

Trump anuncia su decisión en una comparecencia en los jardines de la Casa Blanca, el escenario habitual para los grandes pronunciamientos. Hasta el último momento se había especulado con que podía cambiar de opinión, después de que él mismo dijero que ha escuchado atentamente las opiniones de los dos bandos. Pero esta vez no ha habido vuelco, pese a las presiones de los aliados europeos, del G7 y de parte de la industria estadounidense. Grandes multinacionales como Apple y Google le pidieron que preservara el pacto, así como algunas petroleras como Shell, Exxon Mobile y BP.

La web de Politico publica el argumentario de la Casa Blanca, centrado en que el Acuerdo de París no es una herramienta útil para lu char contra el cambio climático.