El gran negocio de la guerra podría haber encontrado un nuevo nicho para aumentar su cuenta de resultados. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado instrucciones al Pentágono para que cree una nueva rama del Ejército encargada exclusivamente de velar por la seguridad en el espacio. La nueva “fuerza espacial”, como la ha bautizado el presidente, funcionaría como una rama independiente del Ejército, que ya tenía un departamento al mando de la Fuerza Aérea dedicado a las operaciones en el espacio. Con esta decisión, Trump pretende mantener el liderazgo militar estadounidense en todos los ámbitos y evitar que “China, Rusia y otros países nos tomen la delantera”. El Pentágono se había opuesto hasta ahora a la propuesta del presidente, que nació aparentemente como una ocurrencia pasajera.

Trump habló por primera vez de sus planes en marzo, durante una reunión con militares en California. "El espacio es un dominio para la guerra, igual que lo es la tierra, el aire y el mar”, dijo el presidente en aquel discurso. “Lo estaba diciendo el otro día, porque estamos haciendo una tremenda cantidad de trabajo en el espacio. Dije que quizás necesitemos una nueva fuerza. La llamaremos la fuerza espacial. No hablaba en serio del todo, pero luego me dije ‘Qué gran idea’, quizás tengamos que hacerlo”. La ocurrencia volvió a resurgir en mayo, pero ha sido ahora cuando Trump la ha oficializado tras una reunión con el Consejo Nacional Espacial.

"Nuestro destino más allá de la Tierra no es solo una cuestión de identidad nacional. Es también una cuestión de seguridad nacional", ha dicho el líder estadounidense. La idea de militarizar el espacio no es nueva. Nació en los tiempos de la Guerra Fría y tomó cuerpo durante la Administración de Bush hijo, cuando el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, propuso crear una fuerza espacial como parte de sus planes para reformar el organigrama del Ejército. Los ataques del 11-S y las guerras de Afganistán e Irak frenaron su iniciativa.

La seguridad en el espacio ha corrido hasta ahora a cargo de la Fuerza Aérea, que tiene 36.000 trabajadores en 130 países del mundo dedicados a ese dominio. Las principales prioridades del llamado Comando Espacial son la gestión de los GPS y los satélites de comunicación y meteorología, según la radio pública NPR. Aunque es lógico pensar que las guerras del futuro se librarán también en el espacio, el Pentágono se había opuesto hasta ahora frontalmete a la propuesta. "Me opongo a la creación de un nuevo servicio militar y nuevas capas de organización cuando estamos tratando de racionalizar nuestro organigrama e integrar nuestras misiones de combate", escribió a finales del año pasado el secretario de Denfensa, James Mattis, en una carta enviada al Congreso.