Donald Trump se ha dirigido a los estadounidenses para abordar el tiroteo escolar de Florida, donde 17 estudiantes, profesores y empleados del centro fueron asesinados por un alumno de 19 años que había sido expulsado por problemas disciplinarios. El presidente ha enviado su pésame a las víctimas y les ha ofrecido las oraciones de sus conciudadanos en un breve discurso en el que ha llamado a hacer frente al “complicado tema de los problemas mentales”, como los que aparentemente tenía el autor de la masacre. Trump ha ignorado completamente el asunto de las armas, sin ofrecer ninguna propuesta para restringirlas, una constante desde que llegó a la presidencia. En lo que va de año las armas han resonado en 18 ocasiones en los centros escolares del país en forma de tiroteos, suicidios y disparos accidentales, pero las soluciones no llegan.

Trump ha definido lo sucedido en el instituto Marjory Stoneman Douglas, un centro con más de 3.000 estudiantes en la próspera y segura localidad de Parkman, como un acto de “terrible violencia, odio y maldad” contra “estudiantes indefensos y profesores comprometidos”. Y ha dicho que el país está unido como una “familia americana”. “Toda nuestra nación, con dolor en el corazón, reza por las víctimas”. El líder estadounidense se ha dirigido directamente a los jóvenes, diciéndoles que no están solos y animándoles a responder “al odio con amor y a la crueldad con amabilidad”, palabras que poco servirán para prevenir la próxima atrocidad.

La única vía que su Administración parece dispuesta a explorar son las leyes que regulan el acceso a las armas de las personas con problemas mentales. Así se desprende de su discurso, a pesar de que el año pasado Trump revocó una ley aprobada por su predecesor que dificultaba a los enfermos mentales la compra legal de armas. Aquella medida pasó prácticamente inadvertida pero ahora ha recobrado protagonismo, ya que el presidente parece decidido a obviar que la raíz del problema está en la proliferación de armas y la laxitud de las leyes que las regulan.