Una práctica ancestral hindú -obligar a las mujeres a dormir fuera de casa cuando menstruan al ser consideradas impuras- ha llevado a la muerte a una mujer y sus dos hijos en una zona rural de Nepal. Una mujer y sus dos hijos han muerto asfixiados cuando, al ser obligada a dormir en una cabaña sin ventanas durante su menstruación, encendió fuego para combatir el intenso frío. A pesar de que esta práctica fue prohibida hace más de una década, sigue estándo vigente en las zonas rurales más pobres de los países donde se practica el hinduismo.

Amba Bohara, de 35 años, y sus dos hijos, de 12 y 9 respectivamente, fueron descubiertos asfixiados por un familiar en una cabaña sin ventanas adyacente a la casa hecha de piedras y barro en el distrito nepalí de Bajura. La práctica del 'chhaupadi' consiste en desterrar a las mujeres que tienen el periodo a los corrales de los animales o a cabañas adyacentes a las casas al ser consideradas impuras.

"Murieron asfixiados porque no había ventilación e hicieron la habitación estanca para combatir el frío", ha informado el agente de policía Uddhav Singh Bhat que puntualizó que las víctimas tenían sus extremidades quemadas cuando las encontraron.

A pesar de estar prohibida desde el año 2005, la práctica, vigente en las zonas más remotas, pone a las mujeres a merced de violaciones y animales salvajes.

TRES MESES DE CÁRCEL

Algunas comunidades temen la desgracia, como un desastre natural, si las mujeres y niñas que menstrúan no son enviadas fuera. Se les prohíbe tocar una variedad de artículos, como leche, ídolos religiosos y ganado, y deben comer frugalmente. Las mujeres y las niñas que menstrúan tampoco tienen permitido reunirse con otros miembros de la familia.

La costumbre ha provocado varias muertes, a pesar de que el Gobierno introdujo condenas de tres meses de cárcel y multas de 3.000 rupias (27 dólares). El año pasado, una mujer murió asfixiada después de ser desterrada; en 2017, un adolescente murió después de una mordedura de serpiente. Los activistas de derechos humanos dicen que los esfuerzos del Gobierno para poner fin a la práctica han sido inadecuados e instaron a un monitoreo más estricto.

"Que una mujer muera con sus hijos durante la menstruación es una de las mayores tragedias", dijo Mohana Ansari, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Los funcionarios dicen que luchar contra las actitudes de siglos de antigüedad no es fácil. "El Gobierno ha implementado programas de concientización para erradicar la práctica", dijo Rudra Devi Sharma, un funcionario del ministerio de Bienestar de la Mujer y el Niño.