Las negociaciones sobre la nueva cúpula europea han entrado este domingo en la que puede ser su recta final. El nuevo puzzle de altos cargos empieza a tomar forma. Tras una intensa semana de llamadas telefónicas y reuniones, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha anunciado a la conferencia de presidentes del Parlamento Europeo que reúne a los presidentes de los grupos políticos- su intención de proponer una fórmula de reparto que sitúa al socialista holandés Frans Timmermans como presidente de la Comisión.

Su intención, según ha transmitido durante la reunión, es respetar el proceso de los 'spitzenkandidaten' los cabezas de lista propuestos por los grupos políticos- aunque es consciente de que la propuesta que llega promovida por España, Holanda, Francia y Alemania, genera fuertes resistencias entre los países del grupo de Visegrado (Polonia, Hungría, República checa y Eslovaquia) y muy especialmente en Hungría. El portavoz del primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha calificado a Timmermans como "el hombre de George Soros" y ya ha anunciado que harán todo lo posible para evitar que sea elegido. El propio Orban ha remitido este domingo una carta al presidente del PPE, Joseph Daul, en la que califica de "error muy serie e histórico" dar la posibilidad a los socialistas de que presidan la Comisión. En su opinión sería "humillante", minaría la "autoridad y dignidad" y supondría un golpe para el prestigio del PPE

Según la fórmula ideada en los pasillos de la cumbre del G20, Weber no se iría de la contienda con las manos vacías pero tendría que contentarse con presidir el Parlamento Europeo, que elegirá a su nuevo presidente este próximo miércoles y que es prerrogativa exclusiva de la Cámara. A cambio de esta cesión, el PPE también se quedaría el alto alto representante para la política exterior de la UE mientras que la presidencia del Consejo Europeo podría recaer en manos de un miembro de la familia liberal, para el que suena el belga Charles Michel. La presidencia del BCE, mientras tanto, podría ir para un francés. Esta fórmula no garantizaría, sin embargo, la paridad de género que tanto han reivindicado líderes como Sánchez o Macron con al menos dos de los cinco puestos en juego -el Consejo Europeo solo tiene voz en cuator- para una mujer.

Punto de partida final

Tusk, que ha sido "cauto, neutro y breve", según fuentes presentes en la reunión, no ha mencionado expresamente a ninguno de los candidatos. La propuesta tampoco es suya pero sí considera que se trata "del punto de partida de la discusión" de esta noche. De llegar a buen puerto sería una importantísima victoria para los socialistas europeos ya que desplazarían de lo más alto del Ejecutivo comunitario, una pieza clave en el engranaje comunitario, al Partido Popular Europeo que ostenta el cargo desde hace quince años. Fuentes del PPE aseguran que están dispuestos negociar.

El primer intento por pactar los nombres de la nueva cúpula de altos cargos de la UE, en la cumbre del pasado 20 y 21 de junio, terminó en fracaso y con la eliminación de las quinielas de los tres candidatos propuestos por los grupos políticos (o 'spitzenkandidaten') para la Comisión Europea: Manfred Weber (PPE), Frans Timmermans (S&D) y Margrethe Vestager (Liberales) que no lograron generar el consenso necesario ni en el Consejo ni en la Eurocámara.

PRESIDENTE DEL PARLAMENTO EUROPEO

Diez días después, los líderes de la UE intentan recomponer el puzzle antes de que el Parlamento Europeo vote a su nuevo presidente este próximo miércoles. Si los grupos políticos votan al sucesor de Antonio Tajani en la Eurocámara sin haber distribuido el resto de cargos, los líderes europeos verían limitadas sus opciones y nadie quiere ponerse en esa tesitura. Las negociaciones entre los dirigentes europeos han sido intensas en las últimas horas, por teléfono y en persona en los pasillos de la cumbre del G-20 de Osaka y en Bruselas.

De hecho, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, tiene previstos nuevos encuentros con Emmanuel Macron, Angela Merkel y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que también intensifica su agenda con varios encuentros previstos con la familia liberal europea. Tiene previsto reunirse con los representantes del grupo de la Eurocámara, con Macron y con el primer ministro holandés, Mark Rutte, así como con el primer ministro húngaro, Viktor Orban.

PROCESO DE 'SPITZENKANDIDATEN'

Los grupos políticos de la Eurocámara defienden el proceso de los spitzenkandidaten -que el cabeza de lista de cada grupo político compita por ser presidente de la Comisión Europea- con la misma determinación que lo rechazan algunos de los líderes europeos, que ven en el sistema una vía para limitar su poder de elegir a la persona que consideren más adecuada para el cargo. Nadie, sin embargo, quiere una nueva crisis política en la UE y es este contexto en el que ha vuelto a resurgir el nombre de Timmermans, actual vicepresidente primero de la Comisión.

Su nombre, como el resto de candidatos, no genera consenso y los países de Visegrado ya han anunciado un voto en contra si finalmente es el elegido. Estos países solo pueden "aceptar candidatos que entiendan los desafíos a los que se enfrenta Europa central y capaces de identificarlos con los países de Visegrado", avisaron el pasado viernes tras una reunión en Praga en la que también descartaron apoyar a Weber y a Timmermans. Los cuatro per se no suman una minoría de bloqueo suficiente para impedir la nominación de un candidato, ni tampoco aunque consiguieran el apoyo de Italia. Cualquier propuesta necesitará de una mayoría cualificada apoyada por el 72% de los países (al menos 21) con el 65% de la población de la UE.