Un grupo de terroristas suicidas ha lanzado este miércoles un ataque contra la sede de la organización no gubernamental Save the Children en Jalalabad, en el este de Afganistán, que ha causado hasta el momento once heridos, según han informado fuentes del Gobierno afgano.

"Once personas heridas han sido trasladados al hospital desde el lugar en que se ha producido el ataque", ha explicado Attaullah Khogyanai, portavoz del gobernador de la provincia oriental afgana de Nangarhar.

El ataque, que todavía continúa, ha empezado a las 09.10 hora local (05.40 GMT), cuando un suicida ha hecho detonar los explosivos que portaba a la entrada del edificio. Esta acción dio paso a un número aún no confirmado de asaltantes que empezaron a disparar. Según las primeras informaciones, varios vehículos estacionados frente a la oficina de Save The Children han resultado afectados y se encuentran en llamas.

La portavoz de Save the Children en Afganistán, Mariam Attaie, ha evitado dar información por el momento sobre lo sucedido. "Una vez que consigamos toda la información la compartiremos", ha dicho.

Seguridad deteriorada

Los grupos insurgentes armados y las organizaciones criminales tienen habitualmente entre sus objetivos a las oenegés en Afganistán, donde la situación de seguridad se ha deteriorado de manera considerable en los últimos dos años. En octubre del año pasado, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció la reducción "drástica" de sus operaciones en el país tras varios ataques a sus instalaciones y la muerte de siete de sus trabajadores en ataques armados en nueve meses, entre ellos la española Lorena Enebral Pérez, de 38 años.

Nangarhar, provincia fronteriza con Pakistán, es una de las zonas más inseguras de Afganistán. En ella operan los talibanes y el Estado Islámico (EI), que tiene en esta zona su principal bastión en el país asiático, y su capital es habitual escenario de ataques terroristas contra objetivos civiles.