Es posible nadie lo ha confirmado nunca que la frase sea un mito, que Erdogan, en el poder en Turquía desde el 2002, en un principio amado por Occidente y ahora denostado, nunca la dijese. Pero este martes, seguro, los opositores al presidente turco la tienen bien presente en sus cabezas.

Muchos dicen que sí, que Erdogan lo dijo. Puede que nunca lo sepamos: "La democracia es un tranvía: cuando llegas a tu parada, te bajas" Y la oposición lo tiene en mente porque Estambul vive estas horas en un vilo expectante. Dos días después de las elecciones locales de este domingo pasado, nadie sabe aún con certeza quién será el vencedor de los comicios: si el AKP de Erdogan perderá la alcaldía de la mayor ciudad de Europa.

Según los recuentos debería hacerlo: la Comisión Electoral turca declaró ayer que el ganador en Estambul ha sido el opositor y socialdemócrata CHP, aunque por un margen ridículo: 20.000 respecto unos siete millones de votos. Estambul tiene cerca de 20 millones de habitantes, de los cuales 10,5 estaban llamados a votar.

La diferencia entre vencedores y vencidos es tan pequeña que el AKP anunció este domingo una apelación de los resultados en todos los distritos de Estambul. Tiene su punto de ironía: hasta la fecha, los que siempre apelaban al resultado eran los opositores, nunca los miembros del partido del presidente.

Ahora, la Comisión Electoral ha pedido tres días para revisar el resultado entero. El CHP teme que el AKP intente practicar fraude electoral. Nadie sabe qué pasará. Aunque algunos digan que sí: "Dejadme decíroslo. Quien reciba el mandato de parte de la Comisión Electoral será el nuevo alcalde", ha dicho Binali Yildirim, el candidato del AKP en Estambul, exprimer ministro y mano derecha de Erdogan.

GRACIAS, ESTAMBUL

"Tengo 30 años, y durante toda mi vida las elecciones han sido un ritual exacto: una campaña agria, día electoral, la gente vota, los papeles son contados y Recep Tayyip Erdogan gana", escribe Selim Koru, analista en un think tank de la capital turca, Ankara, donde, por cierto, el AKP también ha perdido la alcaldía a manos del opositor CHP.

De hecho, el partido del Gobierno parecía dar tan por sentada la victoria que, desde el lunes, Estambul ha sido empapelada con carteles con la cara de Erdogan en los que el presidente da las gracias a Estambul por haberles encumbrado a él y su partido. Parece haberse precipitado un poco.

Estas elecciones han sido distintas. Es cierto que el partido de Erdogan las ha ganado indiscutiblemente ha sacado el 44% de los votos; 51% en total con su socio de coalición, pero sus consecuencias se harán notar, porque el partido del presidente ha perdido la alcaldía de seis de las diez mayores ciudades del país. Eso, claro, de confirmarse la pérdida de Estambul.

"Como están ahora las cosas, parece que Ekrem Imamoglu, el candidato del CHP en Estambul, ganará el puesto dice Koru. Pero si no pasase, si el AKP mantuviese la ciudad, la gente se habrá dado cuenta de que Imamoglu se levantó contra todas las expectativas (el casi monopolio del Gobierno en las televisiones, su uso de los recursos del Estado, sus amenazas), y aun así probablemente ganó.