El Tribunal Supremo donde Donald Trump ha conseguido instalar una mayoría conservadora ha vuelto a darle una importante victoria en materia de inmigración. Este miércoles el Alto Tribunal ha decidido permitirle aplicar las restricciones al asilo que aprobó el 15 de julio y que menos de diez días después frenó un juez federal de San Francisco mientras se dirimían los retos legales a la medida. Así, mientras se resuelven esos casos en los tribunales inferiores, la Administración de Estados Unidos podrá empezar a negar el asilo a los inmigrantes que hayan pasado por otro país y no hayan solicitado la protección en su camino.

La decisión, que Trump calificó de gran victoria en un tuit, afectará especialmente a los centroamericanos, no mexicanos, que intentan llegar a Estados Unidos, pero también a africanos, asiáticos y otros latinoamericanos que suelen llegar a la frontera sur de EEUU y solicitar asilo.

Las juezas progresistas Ruth Bader Ginsburg y Sonia Sotomayor expresaron su disenso, con la última escribiendo que una vez más la rama ejecutiva ha dictado una regla que busca acabar con prácticas de larga duración relacionadas con refugiados".

El 24 de julio el juez Jon Tigar frenó en todo el país la aplicación de la medida de Trump argumentando que la directiva era probablemente inconsistente con leyes existentes de asilo. Semanas después, en agosto, otro tribunal determinó que la cancelación de Tiger solo se podía aplicar en Arizona y California, estados incluidos en su distrito judicial, pero no en Nuevo México y Tejas. Esta misma semana Tiger había vuelto a intentar expandir su veto a todo el país y otra vez el tribunal de apelaciones había intentado limitarlo.

Ahora el Supremo da carta blanca, aunque no sea definitiva, para empezar a rechazar peticiones de asilo de guatemaltecos que hayan pasado por México o de hondureños y salvadoreños que hayan pasado por Guatemala y México, así como de inmigrantes de otras nacionalidades que recorran esos países.

"Cambio tectónico"

Según expuso la Unión Americana de Libertades Civiles en uno de los casos judiciales donde demandó a la Administración, el veto virtualmente eliminará todo el asilo en la frontera sur, incluso en puertos de entrada, para todos salvo mexicanos. El tribunal no debería permitir tal cambio tectónico en la ley de asilo estadounidense. Este miércoles, tras el varapalo del Supremo, uno de los abogados del grupo, Lee Gelernt, quiso mostrar optimismo. Es solo un paso temporal y esperamos triunfar al final. La vida de miles de familias está en juego, declaró a la agencia AP, cuya noticia es la que compartió Trump en su tuit.