La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, responsable de la Agenda digital y la política de Competencia, Margrethe Vestager, ha perdido la cuenta del volumen de ayudas públicas que han aprobado desde que el Ejecutivo comunitario relajara temporalmente las reglas sobre ayudas de estado para mitigar el impacto del coronavirus aunque hasta el pasado miércoles el montante superaba los 2.200 millones de euros. Subsidios destinados a compensar daños y a apoyar a autónomos, pymes y grandes empresas -como el régimen español aprobado el jueves- para mitigar un problema paneuropeo en cuyas soluciones trabajan contrareloj, explica en una entrevista telefónica con EL PERIÓDICO y otros medios europeos.

-Los gobiernos están inyectando más liquidez que nunca en las empresas gracias al nuevo marco de ayudas.

-Obviamente en muchos países hay empresas cerradas, sin clientes, donde los empleados no pueden ir a trabajar y necesitan apoyo para no ir a la quiebra. Durante un tiempo serán dependientes de ayudas o créditos. La razón por la que tenemos el marco de ayudas temporal es que tenemos la ambición de regresar a un mercado único no fragmentado en el que las empresas compitan sobre la base de sus méritos pero es obvio que llevará un tiempo antes de que puedan funcionar sin ayuda.

-La crisis ha mostrado la gran dependencia sobre China en el suministro de material médico. ¿La UE debería ser más proteccionista en sectores como la salud?

-Un colega me decía el otro día que para que China produzca cosas que nosotros necesitamos, China también necesita cosas producidas en Europa. No se trata de dependencia. Estamos en un mundo interconectado. Dicho esto, creo que hemos aprendido la lección sobre la preparación. Mucha gente lamenta ahora no haber escuchado a quienes alertaban sobre una pandemia y no tener suficientes medios. Está por ver cómo organizaremos la producción en el futuro pero doy por hecho que habrá más producción de equipamientos de protección individual en Europa.

-¿Le preocupa que Grecia o Italia puedan sufrir una nueva crisis de deuda?

-Estoy profundamente preocupada porque es una situación muy diferente de cualquier otra que hayamos experimentado en el pasado. Por eso deberíamos concedernos una amnistía respecto a las posturas mantenidas durante la crisis financiera, porque esta crisis no tiene nada que ver con el riesgo moral o los riesgos que unos u otros hubieran tomado durante la crisis financiera. Es algo causado por un virus.

-¿Cómo ve la división norte-sur en la respuesta a la crisis?

-Es muy importante probar que esto es una Unión Europea, que somos vecinos y lo que hacen los vecinos es ayudarse cuando las cosas van mal. Ha llevado algo de tiempo (pero) ahora las cosas avanzan. Es importante tener una discusión sin tabús ni ideas preconcebidas porque hay algo que está claro: solo podremos salir de esta rápidamente si nos ayudamos los unos a los otros. De lo contrario llevará mucho tiempo y obviamente las consecuencias sociales serán mucho más graves.

-España e Italia han paralizado la economía para contener la propagación del virus. ¿Era inevitable? ¿Puede complicarse la recuperación?

-Creo que no había otra opción que el cierre porque de lo contrario habría habido muchas más vidas en riesgo. Por eso está completamente justificado adoptar medidas drásticas. Es importante encontrar el espacio para discutir cómo financiar la recuperación de forma que todo el mundo tenga oportunidad de salir a la misma velocidad. La recuperación va a llevar mucho tiempo pero lo importante es no permitir que la discusión sobre las distintas herramientas económicas nos divida cuando tenemos que unirnos para restablecer la cadena de valor que permita crear los empleos que la gente necesita porque el número de desempleados sigue aumentando cada día.

-España e Italia reclaman la creación de eurobonos. ¿Cómo ve este debate?

-Es importante discutir sobre cómo financiar la recuperación económica de forma solidaria y sin prejuzgar posiciones que podían ser relevantes durante la crisis financiera pero que no tienen cabida en una situación en la que tomos somos golpeados por algo que va más allá del control humano como es un virus muy infeccioso. El Eurogrupo se reúne de nuevo esta semana. Lo importante es que pueda mantener una discusión sobre las diferentes ideas y darse cuenta de que no hay una sola que vaya a resolver esto.

-Pero, ¿fondo de rescate o eurobonos?

-No me posiciono a propósito. No sabemos si uno u otro (instrumento) son lo que necesitamos. No prejuzgo. Si insistimos en un conflicto seremos parte del problema y no quiero ser parte del problema porque lo que tenemos delante es muy serio. Nunca hemos estado antes en una situación en la que todas las empresas en Europa se hayan visto afectadas, desde la pequeña tienda de la esquina hasta gigantes con miles de empleados. Por eso insisto firmemente en que tenemos que discutir sin prejuicios. Es muy probable que las viejas soluciones diseñadas para viejos problemas no sean lo que necesitamos para resolver (el desafío) que tenemos frente a nosotros.