“Ana te amo”. Semejante confesión suele conmover o desconcertar cuando llega sin ser esperada. Hay quienes se declaran presencialmente, o a través de un mensaje. Podría parecer que a nadie se le ocurriría dejar su testimonio en el cuerpo de una ballena muerta. Pero eso ha ocurrido en la región más austral de Chile. “Doloroso e indignante”, dijo Greenpeace. El cetáceo, de casi 20 metros, había sido arrastrado sin vida hasta las costas del estrecho de Magallanes el último sábado. Lo encontraron en las arenas de la bahía de Punta Delgada.

Cuando funcionarios de la Armada y del Museo de Historia Natural Río Seco llegaron al lugar, no dieron crédito a lo que vieron. El cuerpo de la ballena, al parecer muerta por inanición, había sido cercado por decenas de personas como si estuvieran frente a una atracción turística. Unas se subían para tomarse un selfi. Otras le pegaban patadas. La situación se convirtió en cuestión nacional cuando la foto de unas jóvenes sobre el mamífero azul empezó a proliferar en las redes sociales. Sobre su cola se había rayado la supuesta declaración de amor.

Tristeza

El Servicio Nacional de Pesca y Agricultura de Chile (Sernapesca) recurrió a una frase de Mahatma Gandhi para condenar el episodio: “La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por el modo en que trata a sus animales”.

“Ver que han marcado la ballena con mensajes amorosos y que la gente ha disfrutado sacándose selfis es una triste demostración de que todavía hay personas que ven a los animales como seres infinitos y desechables”, señaló por su parte la coordinadora de Océanos de Greenpeace, Estefanía González. “Las imágenes que hemos visto son muy tristes. No solo por la ballena azul que ha terminado varada, sino especialmente por la actitud de las personas ante una especie majestuosa y en peligro de extinción”, añadió.

El episodio trajo como añadido una coincidencia macabra: el animal murió pocas horas antes de que se celebrara el Día Mundial de las Ballenas, este lunes.