La crisis migratoria va camino de ser una de las noticias del verano. Pero no tanto por los rescates o los intentos de alcanzar Europa por parte de personas desesperadas como por la pugna política que se ha generado en el Mediterráneo. El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, aseguró ayer que los dos barcos de la oenegé española Proactiva Open Arms que se encuentran en el Mediterráneo Central no atracarán en puertos italianos. Òscar Camps le acusó de «alistar asesinos», en referencia a la Guardia Costera de Libia.

«Dos barcos de la oenegé española han regresado al Mediterráneo en espera de cargar seres humanos. Que se ahorren dinero y tiempo, los puertos italianos los verán en postal», escribió Salvini en Twitter. El ministro del Interior ha reiterado repetidamente que no dejará atracar en sus puertos a los barcos de las oenegés, pero Proactiva Open Arms explicó en una rueda de prensa en Roma que volverían al Mediterráneo central y que trasladarían a España a los inmigrantes rescatados. Camps, fundador de la ONG, dijo el 4 de julio en Barcelona que algunos estados están actuando en el mar «como verdaderos porteros de discoteca».

También en Twitter, Camps compartió dos mensajes en los que puede verse una embarcación medio hundida, hallada ayer mismo, con varios cadáveres en la superficie. Una vez más, el fundador de Proactiva Open Arms cargó contra la Guardia Costera de Libia, a la que acusa de haber hundido el barco con personas en el interior que no quisieron subir a su navío. «¿Cuánto tiempo tendremos que lidiar con asesinos alistados por el Gobierno italiano para matar?»

Gerard Canals, director de la misión del Mediterráneo Central de Proactiva Open Arms, afirmó que no piensan ceder a la presión italiana. «No porqué lo diga Salvini dejaremos de cumplir con la ley y de rescatar náufragos».

La prohibición de usar puertos italianos ha provocado «situaciones intolerables», agregó Canals, refiriéndose al aumento de muertes en los últimos meses y a los «episodios inhumanos que implican a los guardacostas libios», dejando personas a la deriva en el mar. «Estamos cumpliendo con la ley. Salvini puede escribir lo que quiera, al final hay que respetar el derecho internacional», dijo el jefe de misión de Proactiva.

Los dos barcos de la oenegé, el velero Astral y el buque insignia Open Arms, son los únicos pertenecientes a la entidad que se encuentran ahora en el Mediterráneo. El Aquarius de SOS Mediterraneé y Médicos Sin Fronteras está atracado en el puerto corso de Bonifacio después de haber pasado dos semanas en Marsella.

Ambas embarcaciones llegaron el 4 de julio a Barcelona después de que el Open Arms rescatara a 60 inmigrantes en aguas internacionales frente a Libia, e Italia y Malta le negaran el permiso para desembarcarlos, por lo que fueron trasladados a la capital catalana, que se ofreció como puerto de acogida.