El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, ha cuestionado este lunes la legitimidad del nuevo poder ucraniano nacido de la revolución que hizo caer el régimen del presidente Víktor Yanukóvich.

"Hablando con propiedad. Allí no hay con quién conversar. La legitimidad de toda una serie de órganos de poder [en Ucrania] suscita grandes dudas", ha dicho el jefe del Gobierno a la prensa rusa en Sochi, al explicar por qué anoche llamaron a consultas a su embajador en Kiev.

"Algunos de nuestros socios extranjeros no lo consideran así. No sé qué Constitución leyeron, pero esto es una aberración de la conciencia, cuando se llama legítimo a lo que en realidad es resultado de una insurrección armada", ha señalado, en referencia al reconocimiento de algunos países occidentales de las nuevas autoridades ucranianas.

Medvédev ha insistido en que si se va a considerar Gobierno "a gente que se pasea con máscaras negras y fusiles automáticos Kalashnikov por Kiev, entonces con ese Gobierno será muy difícil trabajar".

Sin embargo, ha recalcado que "aquellos acuerdos que son jurídicamente vinculantes" serán cumplidos, en alusión a los contratos económicos, gasísticos y otros compromisos suscritos con el país vecino. "Nosotros cooperamos no con personas concretas, se trata de relaciones entre Estados", ha agregado.

Medvédev ha indicado que la decisión de llamar a consultas al embajador ruso en Kiev, Mijail Zurábov, significa que Moscú "no entiende qué está ocurriendo" en Ucrania y se pregunta "si hay una amenaza real a nuestros intereses, a la vida y salud de nuestros ciudadanos".

BOFETADA PARA MOSCÚ

Por su parte, el líder del Partido Comunista de Rusia (PCR), Guennadi Ziugánov, ha tachado de bofetada para Moscú la revolución en la vecina Ucrania que acabó con el derrocamiento del presidente Yanukóvich.

"Lo que pasó en Ucrania es una bofetada para nosotros, para todos nosotros", ha dicho el número uno de la segunda formación política en la Duma (Cámara de los diputados) en una sesión parlamentaria. "Es necesario organizar una contundente contraofensiva [contra los radicales], no hay que fingir que se trata de un territorio ajeno", ha agregado.

Ziugánov, además, ha tildado de traición la actitud del que fuera mandatario ucraniano, cuyo paradero, desde su huida de Kiev, aún se desconoce.