La Patrulla Fronteriza de San Diego, en California (EEUU), realizó una demostración del equipo que utiliza para reducir el cruce de indocumentados en zonas de peligro, y evitar así que resulten lesionados o incluso pierdan la vida.

Al iniciar la presentación en el área de Otay Mesa, Douglas Harrison, director interino del sector San Diego de la Patrulla Fronteriza, indicó que los agentes fueron informados de una llamada de emergencia sobre cinco inmigrantes que pretendían ingresar a territorio estadounidense de forma ilegal.

LABORES ESPECIALIZADAS

Los cinco fueron hallados con ayuda de un agente de la brigada canina y trasladados para ser procesados. En este rescate participó un equipo especial de la Unidad de Trauma, Búsqueda y Rescate de la Patrulla Fronteriza (Borstar), cuyo origen se remonta a 1998 en el sector San Diego y que al contar con paramédicos y unidad canina, se especializa en rescates en zonas de difícil acceso para vehículos, como cañones y áreas montañosas.

El sector San Diego de la Patrulla Fronteriza cuenta con 38 agentes que han efectuado 18 rescates desde el año fiscal 2018 hasta hoy, mientras que en lo que va de año han atendido a más de 200 pacientes y recuperado tres cadáveres de zonas de difícil acceso.

Una nueva labor que Borstar ha practicado este año por primera vez es la evaluación médica a 4.000 menores de edad. Esto se debe al aumento de los flujos de solicitantes de asilo político, quienes se entregan a miembros de la Patrulla Fronteriza cuando cruzan a zonas no autorizadas.

AYUDA MÉDICA

En este sentido, Miguel Ángel Peña, agente de Borstar, indicó que tras la llegada de inmigrantes transferidos del sector Valle del Río Grande, los paramédicos son llamados a las estaciones de procesamiento de la Patrulla Fronteriza para practicar evaluaciones médicas a menores de edad.

Entre los síntomas más comunes que han encontrado están la gripe, fiebre, tos, reflujo y malestar estomacal. Por su parte, José Molina, supervisor de Borstar, afirmó que "no vale la pena cruzar y arriesgar la vida".

Cifras proporcionadas por las autoridades locales indican que en lo que va del año fiscal cuatro personas han perdido la vida cuando intentaban cruzar la frontera en el sector San Diego. Apenas el pasado domingo, un padre y su hija de menos de dos años, ambos salvadoreños y que buscaban asilo en Estados Unidos, perdieron la vida al intentar cruzar el río Bravo cerca de la ciudad mexicana de Matamoros.