El secretario de Defensa de los Estados Unidos, James Mattis, comenzó este domingo su primera gira oficial por Sudamérica que le llevará a visitar Brasil, Argentina, Chile y Colombia, entre los días 12 y 17 de agosto, por lo que recalcó que el principal objetivo de este viaje es fortalecer las relaciones con sus socios en esta región.

De entrada, esta visita al cono sur del contienen americano tiene una mayor relevancia dado las condiciones que persisten en el entorno internacional y en donde Estados Unidos mantiene una disputa comercial con la mayoría de sus socios, por lo que el funcionario de la Casa Blanca dejó entrever que su presencia también es parte de una estrategia para frena la influencia de China y Rusia en la región.

James Mattis insinuó que la creciente influencia de China y Rusia en Sudamérica puede suponer una amenaza para la soberanía de los países de la región, pero aligeró sus declaraciones ya que rechazó que la posible relación de los países sudamericanos “con Pekín y Moscú suponga un ataque a Washington”.

EE.UU. es un socio militar de países democráticos

En ese sentido, el secretario de Defensa de los Estados Unidos, señaló que no ve como un “ataque” en contra de su país el hecho de que algunos países mantengan relaciones con otras naciones, ya que dijo que “esas son decisiones soberanas tomadas por Estados soberanos", esto a preguntas expresas realizadas por un grupo de periodistas que le acompañaba en el avión oficial en el que viajó rumbo a Brasil.

Mattis recalcó la buena relación que existe con la gran mayoría de los países sudamericanos, gracias a que "prácticamente todos ellos", apuntó, "respetan los derechos humanos, las leyes y las relaciones pacíficas entre vecinos".

"Pero no todos lo hacen y por eso una de las razones de este viaje, es asegurarnos de que aquellos que son democráticos, que creen en esos valores fundamentales, son conscientes de que cuentan con un socio en el plano militar, lo que significa alianzas", apuntó Mattis.

Rusia y China son los adversarios de EE.UU.

Mattis dijo que la influencia en la región de estos dos países, a los que la administración del presidente Donald Trump considera como “adversarios”, sólo resultará preocupante si los gobiernos locales comienzan a perder "cierto grado de soberanía".

"Existe más de una manera de perder soberanía en este mundo... puede deberse a países que llegan con regalos o préstamos", dijo Mattis en clara referencia al gigante asiático, que en los últimos años ha multiplicado su inversión en el continente latinoamericano.

Sobre todo en estos momentos en donde la guerra comercial entre la administración de Donald Trump y China ha llegado a niveles de tensión inusitados, lo que hace suponer que el gigante asiático busque nuevos socios alrededor del mundo para enfrentar en bloque a EE.UU.

Pero según el funcionario estadounidense, ni China ni Rusia han comenzado a tener una presencia importante en el continente americano y sostuvo que “basándose en conversaciones” que ha mantenido con sus homólogos en la región, por el momento esos países "ha tenido un impacto cero" a nivel estratégico, pero aseguró que están atentos ante cualquier señal que indique que las cosas han cambiado.