La Unión Europea no tiene intención de retirarse del Grupo de Contacto internacional para Venezuela, tal y como pidió ayer el jefe de la delegación del PP en la Eurocámara, Esteban González Pons, a raíz de la decisión del Gobierno de Nicolás Maduro de vetar la entrada al país el pasado domingo a cinco eurodiputados del grupo conservador del PPE. Al contrario, la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, señaló que todos los ministros de Exteriores de la UE han subrayado la importancia de mantener este mecanismo aunque han lamentado el veto a la visita del PPE.

González Pons, que formaba parte del grupo que fue expulsado desde el aeropuerto de Caracas, reiteró la intención de los cinco europarlamentarios de intentar entrar de nuevo a Venzuela el sábado que viene desde Cúcuta. Ese día, la oposición venezolana, a pesar de la prohibición del Maduro, tiene previsto cruzar la frontera y conducir a territorio venezolano la ayuda humanitaria -procedente de EEUU, Canadá y sus países aliados de América Latina- que desde hace días permanece almacenada en esta ciudad fronteriza colombiana.

POR CUENTA PROPIA / Los políticos de la Eurocámara viajaron a Caracas por cuenta propia, no en calidad de delegación oficial del Parlamento Europeo, para reunirse con el autoproclamado presidente venezolano Juan Guaidó. Además de González Pons (portavoz de la delegación española del Partido Popular en el Parlamento Europeo), viajaron José Ignacio Salafranca Sánchez-Neyra (vicecoordinador de la comisión de Asuntos Exteriores del PE), Gabriel Mato Adrover (vicepresidente de la delegación América Central), Juan Salafranca (secretario general adjunto del grupo parlamentario PPE), la holandesa Esther de Lange (vicepresidenta del Grupo del Partido Popular Europeo ) y el portugués Paulo Rangel (vicepresidente del Grupo PPE y tesorero).

FINES CONSPIRATIVOS / «Hace algunos días notificamos por vías oficiales diplomáticas que no se permitiría entrar en el país al grupo de eurodiputados que pretendía visitar el país con fines conspirativos y se les conminó a renunciar a sus deseos para evitar otra provocación», afirmó el ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza.

«Sabían que se les iba a denegar el acceso», señaló Mogherini. «Lamento que no les hayan dejado entrar en el país y creo que hubiera estado bien para que celebraran reuniones relevantes» pero «ello no pone en peligro los trabajos del grupo de contacto internacional. Todo lo contrario, todos los Estados han insistido en la utilidad de esta herramienta que a estas alturas puede que sea la única que nos permite estar en contacto con las partes interesadas con un objetivo muy claro: elecciones democráticas y pacíficas para salir de la crisis lo antes posible», añadió la jefa de la diplomacia europea.

Mogherini recordó que hay una resolución de la Eurocámara adoptada el pasado mes de enero y que están haciendo «lo que pidió el Parlamento Europeo».

El próximo paso ahora será el envío esta semana, el jueves y viernes, de una misión técnica a Caracas formada por miembros de la UE y Uruguay.

El ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno español, Josep Borrell lamentó también el veto a los eurodiputados del PPE, y aseguró que harán «todo lo posible» para facilitar su entrada en Venezuela, aunque insistió en que es desproporcionado pedir la cancelación de relaciones diplomáticas por lo ocurrido el domingo en Caracas.