El expresidente georgiano Mijaíl Saakashvili, devenido opositor al actual presidente de Ucrania, ha vivido esta mañana una rocambolesca situación. Primero, ha sido arrestado bajo la acusación de golpismo por el Servicio de Seguridad ucraniano (SBU), que para detenerlo entraron por el tejado de su vivienda.

Saakashvili fue arrestado bajo la sospecha de "intentar derrocar al Gobierno" del presidente Petró Poroshenko. Una vez bajo arresto, fue introducido a trompicones en el furgón policial, pues no paraba de dar consignas a sus seguidores, que se habían agolpado ante su vivienda. Los agentes tuvieron que forcejear y meterlo brutalmente en el vehículo.

Sin embargo, la cosa no acabó ahí. Poco después, una multitud de sus seguidores rodearon el vehículo policial, se enfrentaron a los agentes, rompieron la ventana del furgón y sacaron por ahí al expresidente georgiano.

Una vez liberado, Saakashvili, convertido en opositor al Gobierno del presidente ucraniano, Petró Poroshenko, comenzó a arengar a sus seguidores y a llamar a un nuevo "Maidán" para echar a Poroshenko y comenzar "el proceso de liberación de Ucrania".

"No tengáis miedo. El Ejército está de nuestro lado", dijo ante la multitud que le rodeaba. Saakashvili, fundador del partido opositor RNS (Movimiento de las Nuevas Fuerzas), se dirigió junto a sus partidarios a las tiendas de campaña instaladas frente al edificio de la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania con la intención de continuar con las "protestas pacíficas" que inició el pasado mes de octubre.

Mientras, el fiscal general de Ucrania, Yuriy Lutsenko, anunció este martes el inicio de un proceso penal contra él por ayudar a "participantes en organizaciones delictivas y ocultar sus actividades criminales".

Financiación de un oligarca

En concreto, acusó a Saakashvili, privado de la nacionalidad georgiana y perseguido también por la Justicia de su país, de financiar su actividad política en Ucrania con la ayuda del oligarca del gas Sergey Kurchenko, cercano al expresidente ucraniano Víktor Yanukóvich.

"Con el dinero de Kurchenko, Saakashvili financió las acciones de protesta, que tenían como objetivo tomar el poder y devolver a las personas cercanas a Yanukovich el control sobre sus activos", aseguró Lutsenko en una rueda de prensa.