El Departamento de Estado de los EEUU sigue en contacto con el embajador británico en Washington, Kim Darroch, a pesar de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció el lunes pasado que cortaría relaciones con él.

En una rueda de prensa, la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, explicó que la Casa Blanca no ha pedido al Departamento de Estado que interrumpa los contactos con Darroch por sus duras críticas al Gobierno de Trump. "Seguiremos teniendo relaciones con los individuos que estén acreditados como embajadores hasta que recibamos otras instrucciones", manifestó Ortagus.

La portavoz aseguró que los EEUU "tiene una relación especial y estratégica con el Reino Unido" y añadió que "eso es más grande que cualquier individuo, más grande que cualquier Gobierno". Esto pese a que Trump dijo que su Administración no trataría más con Darroch tras la filtración de cables críticos con su Gobierno, y hoy el mandatario elevó sus críticas al calificar al embajador de "chiflado, estúpido e imbécil pomposo".

"El chiflado embajador que el Reino Unido ha endosado a los EEUU no es alguien con quien estemos encantados, un tipo muy estúpido. Debería hablar a su país, y a la primera ministra Theresa May sobre su fallida negociación del 'brexit', y no estar molesto por mis críticas por lo mal que se gestionó", afirmó Trump en su cuenta de Twitter. "No conozco al embajador, pero me han contado que es un imbécil pomposo", agregó.

Críticas al gobierno de Trump

Esa reacción de los EEUU se produce después de la polémica surgida este fin de semana al filtrarse documentos redactados desde 2017 en los que Darroch criticaba a la administración estadounidense.

En esos textos, revelados por el dominical británico Mail on Sunday, el embajador llegó a decir que para comunicarse con Trump es "necesario presentar argumentos simples, incluso rudos", a la vez que calificó su Gobierno de "disfuncional" e "inepto". May, que dejará el cargo a finales de mes, aseguró tener "completa fe" en Darroch, a través de un portavoz gubernamental británico, y consideró "totalmente inaceptables" los cables diplomáticos filtrados.