Arkady Babchenko, un periodista ruso crítico con Vladimir Putin de quien se había asegurado que había sido asesinado el martes por la noche en Kiev, está vivo.

El reportero reapareció ayer en buen estado de salud en una rueda de prensa convocada en la capital ucraniana por los servicios de seguridad de ese país, precisamente para explicar las circunstancias de su supuesto asesinato. En la comparecencia ante los medios, aclaró que la difusión de la falsa noticia de su muerte había sido una trampa que él había preparado con el SBU (servicio secreto ucraniano) para desbaratar un plan ruso que pretendía acabar con su vida. El sospechoso de la tentativa de asesinato ha sido detenido.

Durante la comparecencia ante los medios, un Babchenko visiblemente emocionado agradeció al Estado ucraniano haber salvado su vida. «Quiero pediros disculpas por todo lo que habéis pasado», declaró. «Lo siento, pero no había otra forma de hacerlo; he enterrado a colegas y amigos muchas veces y sé lo que se siente», agregó, antes de disculparse específicamente con su esposa: «Quiero pedirle perdón por el infierno que ha vivido». También ha destacado que gracias a su acción, otros atentados habían sido desbaratados.

La operación en cuestión comenzó hace dos meses y el propio reportero ruso fue informado de ello «hace un mes» por el SBU. Babchenko se convenció de que los agentes ucranianos decían la verdad cuando le enseñaron una fotografía suya y datos que solo aparecían en el pasaporte. Era la prueba de que todo ese material «venía de Rusia», explicó el periodista.

Vasyl Hrystak, jefe de los servicios de seguridad ucranianos, especificó que el detenido pretendía asesinar a una treintena de personas en suelo ucraniano.

«Conocemos los nombres de algunas de las víctimas potenciales, pero no vamos a descubrirlas», añadió Hrystak, visiblemente satisfecho. El organizador del atentado es, según el SBU, un ciudadano ucraniano, veterano de las milicias prorrusas, cuya identidad no ha sido desvelada, quien había recibido 40.000 dólares de parte de los servicios secretos rusos. El propio servicio de seguridad ucraniano ha difundido un vídeo en el que se muestra el momento de la detención del sospechoso, quien no ofrece resistencia, en plena calle. Este había encargado ya el asesinato a un conocido suyo a quien le había prometido 30.000 dólares, de los cuales ya había recibido la mitad como avance. El que debía ser autor material del asesinato de Babchenko será ahora testigo en el juicio contra el detenido.

Siempre de acuerdo con la versión de Kiev, el arrestado tenía también como misión adquirir 300 fusiles kalashknikov, varios cientos de kilos de explosivos y una gran cantidad de cartuchos y «colocarlos en una zona del centro de Ucrania».

Pillado a contrapié, en Moscú, el Ministerio de Exteriores ruso se apresuró a reaccionar. La portavoz Maria Zajárova negó todas las acusaciones y calificó la operación como un acto de «propaganda». Especialmente indignado se mostró el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, quien consensúa sus palabras con Putin. «Es el colmo del cinisno», afirmó.

Babchenko es un reportero ruso crítico con el Kremlin y uno de los corresponsales de guerra más conocidos de Rusia. Se ha destacado por sus intervenciones contrarias a la operación rusa en la guerra de Ucrania, así como a la participación de las fuerzas militares de su país en el asedio a los barrios bajo control rebelde de la ciudad siria de Alepo. En varios tuits publicados por corresponsales extranjeros en Kiev tras la noticia de su asesinato, se le comparaba a otra célebre periodista rusa, Anna Politkóvskaya, asesinada hace ya casi 12 años en Moscú.

El periodista había sido militar durante la guerra de Chechenia, profesión que abandonó para trabajar en medios de comunicación. En febrero del 2017, temiendo por su vida o, en el mejor de los casos, un arresto debido a su profesión periodística ,decidió abandonar Rusia. Por aquel entonces, las publicaciones rusas le daban la espalda y se negaban a trabajar con él.

Numerosos asesinatos políticos de periodistas o diputados rusos arrepentidos se han producido en Kiev, lugar donde parte de la disidencia rusa que se considera amenazada en su país de origen se ha instalado, aunque hasta ahora las fuerzas de seguridad de Kiev nunca habían logrado detener a los responsables de los crímenes o demostrar su conexión con Rusia.

TIROTEADO / Pável Sheremet, amigo personal del político opositor también asesinado Boris Nemtsov, perdió la vida hace dos años en la capital ucraniana al explotar un artefacto adosado a su vehículo.

El exdiputado oficialista de la Duma (Cámara Baja del Parlamento ruso) Denis Vorenenkov, exilado en Ucrania, país con el que colaboraba en investigaciones sobre las actividades de Rusia en la guerra del este de Ucrania, fue tiroteado, en esta ocasión en una calle concurrida de la ciudad, hace cerca de un año.