París se preparaba este sábado para una nueva jornada de protestas de los chalecos amarillos cuando la tragedia sacudió la capital francesa a primera hora de la mañana con la violenta explosión de una céntrica panadería que ha causado al menos tres muertos -dos bomberos y una turista española- y numerosos heridos graves, según el balance provisional de las autoridades francesas y del Ministerio español de Asuntos Exteriores.

La fiscalía de París ha abierto una investigación para determinar las causas del siniestro, aunque los primeros elementos apuntan a que fue accidental y se debió a un escape de gas, según ha explicado el ministro del Interior, Christophe Castaner, que visitó el lugar junto al primer ministro, Edouard Philippe, y la alcaldesa de la capital, Anne Hidalgo. “Seguramente está relacionado con una fuga de gas de origen claramente accidental”, ha dicho el ministro.

Hasta la zona se desplazaron más de 200 bomberos y un centenar de policías para evacuar a heridos, residentes y turistas y revisar el estado de los edificios colindantes afectados por la deflagración. Un amplio perímetro de seguridad impedía el acceso al lugar en el que los bomberos trabajaban sin descanso para retirar los escombros. El siniestro dejó en la calle un intenso olor a gas, humo y numerosos daños materiales.

“No he visto nada semejante en 30 años, y le puedo asegurar que he visto mucho”, comentaba un agente de policía mientras explicaba ante un goteo constante de viajeros con maletas que no se podía atravesar la calle por motivos de seguridad.

La explosión se produjo poco antes de las 9 horas cuando los bomberos intentaban arreglar una fuga de gas en la panadería Hubert, en el número 6 de la calle Trévise esquina con la calle Saint Cécile, una zona turística del distrito 9 de París próxima al teatro Folies Bergère, al Museo de cera y llena de pequeños hoteles. Muchos de sus clientes, al igual que los vecinos de los edificios colindantes, fueron evacuados tras la detonación, que se produjo con el establecimiento cerrado al público.

"Creí que era un atentado"

“Estaba delante del ordenador cuando escuché un sonido fuerte. Primero pensé que era aquí, pero cuando salí a la calle vi el fuego y enseguida llegó la policía. Creí que era un atentado”, contaba Francesca, recepcionista del hotel Pax Opera situado en el 47 de la misma calle.

Los cristales de los escaparates y comercios cercanos saltaron en pedazos debido a la intensidad de la explosión, que desató todas las alarmas del barrio y volvió del revés un coche aparcado en la calle, según el relato de diversos testigos. “La onda expansiva se propagó a cuatro calles adyacentes a lo largo de unos cien metros”, ha ilustrado el comandante de bomberos Eric Moulin.

“Esto ha sido una bomba. Fue lo primero que pensé”, ha indicado a este diario un periodista que vive a escasos metros de la panadería. “Sentimos temblar los cristales y vimos una gran columna de humo”, ha continuado.

Expertos del laboratorio central de la prefectura de Policía se desplazaron hasta el lugar de la tragedia para identificar la bolsa de gas que originó la explosión y garantizar que no hay peligro de nuevas detonaciones. Mientras, la investigación ha sido confiada a la dirección regional de la policía judicial.

Dos turistas españoles heridos

Los servicios de socorro atendieron a los heridos leves en las calles próximas a la deflagración y varios helicópteros de seguridad civil aterrizaron en la plaza de la Ópera para trasladar rápidamente a los hospitales a las víctimas más graves.

La española fallecida era una turista que había viajado a París con su marido. Hay otros dos turistas de nacionalidad española heridos leves, un hombre que se vio afectado por la onda expansiva y una mujer. Ambos han sido hospitalizados en dos centros médicos de París, según han informado a El Periódico fuentes de la Oficina de Información Diplomática. En total, la explosión ha provocado diez heridos graves y 37 leves, según la prefectura.

Hay al menos 20 heridos por la explosión, entre ellos tres bomberos.