Nuevo signo de deshielo en la península de Corea. Un alto responsable olímpico de Corea del Norte ha declarado el sábado que es "verosímil" la participación del país en los Juegos Olímpicos organizados por Corea del Sur entre el 9 y el 25 de febrero en Pyeongchang.

El representante norcoreano del Comité Olímpico Internacional, Chang Ung, según la agencia japonesa Kyodo, ha realizado estas declaraciones en una escala en el aeropuerto de Pekín en un viaje a Suiza, probablemente, destinado a tratar la participación de su país en el evento olímpico.

En paralelo, representantes de Pionyang y Seúl han mantenido el sábado las primeras conversaciones para preparar su reunión de alto nivel del 9 de enero, la primera entre ambos países en más de dos años.

Los dos países emplearon los canales telemáticos situados en la aldea de Panmunjom, en la militarizada frontera entre ambos, para debatir e intercambiar documentos sobre la composición de las respectivas delegaciones que participarán en la reunión, según ha detallado un portavoz del Ministerio de Unificación del Sur. El mismo portavoz ha indicado, en declaraciones recogidas por la agencia Yonhap, que la composición final de estas delegaciones podría quedar concluida en breve.

Mejora de los lazos

Seúl ha propuesto enviar a cinco representantes con el ministro de Unificación, Cho Myong-gyon, al frente, mientras que se espera que Pionyang proponga a Ri Son-gwon, que lidera el Comité para la entidad que gestiona los asuntos intercoreanos en el Norte, para encabezar su delegación.

Corea del Norte aceptó el viernes la propuesta del Sur de celebrar una reunión en Panmunjom el 9 de enero para tratar el envío de una delegación norcoreana a los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebran a partir de febrero en el condado surcoreano de PyeongChang, así como una mejora de lazos en términos generales. La decisión llegó a raíz de que el pasado 1 de enero el líder norcoreano, Kim Jong-un, expresara su deseo de mejorar lazos y enviar una delegación a PyeongChang.

La participación norcoreana en PyeongChang y un mayor entendimiento entre los dos países, que técnicamente se mantienen en guerra, podría contribuir a aliviar la tensión regional después de un 2017 marcado por las continuas pruebas de armas norcoreanas y el tono beligerante del presidente estadounidense, Donald Trump.