Venezuela entra este miércoles en lo que parece ser un nuevo y peligroso periodo de agitación política. Al cumplirse el 61 aniversario de la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez, la oposición llamó a ganar las calles como en 2017 para forzar la salida del poder de Nicolás Maduro o nuevas negociaciones que faciliten una transición. Estados Unidos respaldó enfáticamente la protesta. El vicepresidente Mike Pence dijo que los venezolanos deben alzar sus voces contra el Gobierno. Para ello, cuentan con el apoyo absoluto de Donald Trump y el pueblo estadounidense. Washington reconoció a su vez a la Asamblea Nacional (AN, controlada por la oposición) como único órgano legítimo y democrático en Venezuela.

Por la noche, cuando comenzaron a sonar cacerolazos en algunas zonas de Caracas, Maduro habló al país por cadena nacional y ordenó la revisión total de las relaciones con EE.UU en defensa de la soberanía nacional. El presidente, cuya autoridad desconoce no solo la administración Trump sino sus aliados latinoamericanos, criticó duramente a Pence. Qué se habrá fumado? No sabemos, pero lo que ha hecho es dar órdenes, de ejecutar un golpe de Estado fascista tipo 11 de abril de 2002, que ya hemos denunciado, que vamos a enfrentar y que vamos a derrotar. Maduro pidió a los venezolanos calma y cordura si salen a manifestar. También convocó al chavismo a ocupar el espacio público. Mujeres a la calle, hombres a la calle, poder popular a la calle.

El fiscal general, Tarek William Saab, aseguró que la oposición busca reeditar las protestas de 2014 y 2017 que dejaron decenas de muertos. Vamos a actuar en contra de quienes propician la guerra, advirtió. Yo apoyo las marchas reivindicativas, pero lo que no apoyo es que te utilicen armas casera o fusiles de asalto para matar personas en la calle, para propiciar una intervención extrajera.

LOS PLANES DE LA OPOSICIÓN

Juan Guaidó, la máxima autoridad de la AN, solicitó por su parte a la población a no caer en esta agenda de violencia del usurpador. La ruta opositora, dijo, es pacífica y legítima. Su antecesor en el cargo, el diputado Julio Borges, vislumbró en vísperas de la movilización, escenarios diferentes. El camino es la presión y las sanciones o medidas que van a tomar, y anunciarán mañana, por el gobierno americano las sanciones que tomará el Grupo de Lima y Unión Europea. Según Borges, esta nueva ofensiva opositora tiene dos desenlaces. Por las buenas es que el Gobierno acepte la derrota y la negociación sea 'cómo, cuándo y a dónde se van' y por las malas es la posibilidad de que haya cualquier tipo de fuerza militar en el país y se torne hacia la violencia.

La tensión precede a protesta. Un centro cultural inaugurado por el chavismo fue incendiado. El ministro de Comunicaciones, Jorge Rodríguez, vinculó a su vez a Voluntad Popular (VP), el partido de Guaidó, con el asalto contra un destacamento de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en el que militares robaron armas de guerra. Pence le da órdenes a sus lacayos en la más fiel representación de la arrogancia imperial, se le olvida a Pence que sus lacayos han demostrado ser unos grandes ineptos y más importante se le olvida que aquí no mandan los imperios, somos libres, dijo Diosdado Cabello, el número dos del Gobierno.

El pasado lunes, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ratificó que la AN se encuentra en desacato y sus decisiones tienen efectos nulos. El Congreso resolvió desoír el pronunciamiento y envió a la Organización de Estados Americanos (OEA) su propio representante para garantizar que Venezuela se mantenga dentro de la organización. Maduro decidió el año pasado abandonar el foro hemisférico que, este miércoles convocó a una sesión extraordinaria para analizar la crisis venezolana.

A diferencia de las agudas crisis de 2014 y 2017, la situación económica es aún más grave. El Gobierno dispuso días atrás un aumento del 300% del salario mínimo que equivale a 7 dólares en el mercado negro. Los sectores sociales más desprotegidos, y por muchos años afines al chavismo, son, pese a esos paliativos, los que más sienten los efectos del colapso. Parte del barrio 23 de enero de Caracas, históricamente bolivariano, se ha sumado a los cacerolazos. Y otras barriadas populares también. El malestar de los que menos tienen puede incidir en el curso de los acontecimientos.

#ÚLTIMO Habitantes de Catia salen a la calle a protesta #22Ene09:30pm #Caracaspic.twitter.com/cULlRhWgPl SyVz (@SoyVnezolano) 23 de enero de 2019