Venezuela inicia una semana política que puede marcar el pico más alto de la confrontación entre el Gobierno y la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD). El chavismo ha decidido la huida hacia adelante y mantiene la convocatora este domingo de elecciones para la Asamblea Constituyente. La oposición, por su lado, no solo pretende poner freno a la consulta sino aspira a cerrar más temprano que tarde el ciclo histórico inaugurado el 2 de febrero de 1999 con la primera presidencia de Hugo Chávez.

El Gobierno ha conmemorado el natalicio 234 de Simón Bolívar con moderada euforia cerca del Panteón donde reposan los restos del Padre de la Patria, y no ha desperdiciado la oportunidad de conectar la efeméride con las urgencias de estos tiempos. El ministro de Interior, Néstor Reverol, ha asegurado que los ideales de Bolívar “fueron rescatados” por Chávez. Algunos barrios caraqueños de clase media han apareciedo tapizados con pancartas que refutan la asociación del chavismo con el héroe nacional y se que rechazan la figura del presidente Nicolás Maduro.

La MUD, que desde abril se ha propuesto ganar el espacio público y forzar en principio una salida electoral de la crisis, ha ido acumulando fuerza con el correr de los meses. La consulta simbólica celebrada hace una semana contra la Asamblea Constituyente, en la participaron 7,6 millones de personas, según la oposición, ha abierto el camino para acciones más osadas: por un lado, nombrar de manera unilateral a nuevos del Tribunal Supremo, a los que el Gobierno acusa del delito de usurpación, y, por otro, definir un futuro Gobierno de unidad post chavista. A la vez quiere obligar a Maduro a dar marcha atrás.

PRESO DE DOS FUERZAS

Para el analista Luis Vicente León, el país ha quedado preso “de dos fuerzas que sienten que ese evento es vital o mortal”. El Gobierno “cree que sin Constituyente está acabado”. También, añade, “sabe que perder y salir del poder tiene un costo adicional infinito”. La MUD, en tanto, convocó a la “hora cero” pero “tampoco sabe a ciencia cierta” de qué se trata esa hoja de ruta. “Intenta estructurarlo bajo los instrumentos de la protesta pacífica. Consultas, una huelga, que luego escalará, trancones (piquetes) más largos, más calle y presión internacional...El problema es que se mezcla, sin quererlo, con acciones violentas y de dibujo libre de actores que creen que no se debe seguir al liderazgo formal. Así, las acciones pacíficas se descontrolan y radicalizan”.

En un contexto de extrema fragilidad, más de 350 sindicatos se sumarán el próximo miércoles y jueves a la nueva huelga nacional convocada por la MUD. Las organizaciones pidieron a los comercios que cierren y a los trabajadores que se queden en sus casas y obstaculicen el tráfico. Maduro ha vuelto a llamar al presidente del Congreso, Julio Borges, a sentarse a dialogar. “Yo reconozco a la oposición porque sé que tiene fuerza política”, dijo. Pero queda menos tiemrpo y margen para una solución . “Rectifiquen a tiempo y llegamos a un acuerdo de paz”. El mayor general (r) Miguel Rodríguez Torres, exministro de Interior de Chávez y del mismo Maduro, ha solicitado lo mismo: que se rectifique. “En sus manos está evitar que mueran más compatriotas”.