El número de muertes por sobredosis, principalmente causadas por los opioides sintéticos como el fentanilo, ha alcanzado "niveles históricos" en Estados Unidos, advierte la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) en su informe sobre la situación de las drogas en el mundo, publicado este jueves.

"Los países de América del Norte, en particular Estados Unidos y Canadá, siguen afrontando una mortífera epidemia de opioides impulsada por la creciente disponibilidad de drogas de venta callejera adulteradas con fentanilos", señala en su reporte de 2017 este organismo de la ONU.

La JIFE recuerda que si las muertes por sobredosis se triplicaron en EEUU entre el 2009 y el 2014, llegando ese año a las 47.055, la tendencia se ha acelerado y en 2016 el número de fallecimientos alcanzó los 64.000, un 36 % más que en el 2014.

La junta indica que el rápido aumento del número de muertos por sobredosis parece haberse debido a la heroína y a los opioides sintéticos distintos de la metadona, especialmente el fentanilo, un analgésico sintético 50 veces más potente que la heroína.

Así, se estima que más de un tercio de esas 64.000 muertes por sobredosis del 2016 estuvieron relacionadas con el fentanilo y sus análogos.

Aunque esta crisis, como la denomina la propia JIFE, tiene especial notoriedad en EEUU, también ha afectado a Canadá, Australia y, en menor medida, al Reino Unido y a otros países europeos.

Ante esta "epidemia de sobredosis", los países de América del Norte han procedido urgentemente a aprobar nuevos planes, medidas y leyes para hacerle frente, indica el documento, que recuerda que el Gobierno estadounidense declaró una emergencia nacional de salud pública en 2017.

Además, el informe señala que la disponibilidad y el consumo de cocaína parece aumentar en América del Norte.

"En Estados Unidos, el número de casos de muerte por sobredosis en que se certificó que la cocaína había sido la causa del fallecimiento, con o sin la presencia de opioides, aumentó en más del 50% del 2015 al 2016", alerta la JIFE.

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La ONU insta a España a controlar el cannabis medicinal

Los países en los que se permite utilizar el cannabis con fines médicos, como España, deben establecer mecanismos para evitar su desviación para otros usos. Lo ha exigido este jueves la ONU en un informe sobre la situación de las drogas en el mundo. Según la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), estos Estados deben establecer "marcos legislativos y regulatorios eficaces" para un "uso racional". Todo ello debe estar siempre bajo supervisión médica, señala la JIFE en su informe del 2017.

Este órgano de la ONU ha aumentado el número de Estados que han adoptado medidas regulatorias que prevén el uso del cannabis o sus derivados con fines médicos. Así, la JIFE señala que tiene constancia de que países como España, Austria, Bélgica, Canadá, Israel, Italia, Noruega, Países Bajos, Suecia o Suiza "permiten el uso del cannabis o sus derivados con fines médicos".

El documento precisa que España es el país donde se registraron en 2105 y 2016 las mayores incautaciones de resina de cannabis de toda la Unión Europea (UE). El 80 % de la cocaína incautada en la UE en el 2015 (últimos datos disponibles) se concentró en Bélgica, España, Francia y Portugal.

El informe también señala que la prevalencia del consumo de cocaína en adultos de entre 15 a 34 años en España es la cuarta más alta de la UE. Si bien la Junta reconoce que la Convención de 1961 prevé una aplicación médica del cannabis, también recuerda que forma parte del grupo de sustancias sometidas a "medidas de control más estrictas", ya que se considera que tienen propiedades especialmente peligrosa