El estado de Oklahoma, en el sur de Estados Unidos, anunció el miércoles que utilizará la asfixia con nitrógeno como método de ejecución de los condenados a pena de muerte, convirtiéndose de este modo en el primer estado del país en utilizar este procedimiento, sin precedentes tampoco en otros países.

Oklahoma recurrirá al nitrógeno ante la incapacidad de obtener los componentes necesarios para la composición de las inyecciones letales, debido a la oposición de los fabricantes farmacéuticos, especialmente europeos, a que sus productos se utilicen para la pena capital.

«Ya no podemos seguir esperando sentados a que lleguen los medicamentos», señaló el fiscal general de Oklahoma, Mike Hunter, quien no detalló cuándo planea poner el nuevo método en práctica. «Utilizar nitrógeno será efectivo, fácil de administrar, fácil de obtener y no requiere de procedimientos médicos complejos», añadió.

El método consiste en administrar nitrógeno al preso privándolo de oxígeno y causándole así la muerte por asfixia. Oklahoma autorizó en el 2015 el uso de este gas en las ejecuciones de pena capital en caso de que no dispusieran de inyecciones letales.

Oklahoma ha ejecutado a 112 presos en las últimas cuatro décadas, cifra solo superada por Tejas y Virginia. El estado tiene 48 reos condenados a muerte.