Barack Obama ha querido rematar su legado hacia Cuba ocho días antes de abandonar la Casa Blanca al poner fin a la política migratoria de 'pies secos / pies mojados', que permitía quedarse en EEUU a los cubanos indocumentados que lograran pisar territorio estadounidense. Poco antes de ceder el poder a Donald Trump, que se ha alineado con el sector más conservador de EEUU en lo relativo a Cuba, Obama ha concedido a La Habana una de sus principales peticiones: acabar con una política que daba a los emigrantes de la isla unas ventajas mucho mayores que a los de cualquier otro país.

"Al dar este paso, estamos tratando a los inmigrantes cubanos de la misma manera que tratamos a los inmigrantes de otros países", ha explicado Obama este jueves a través de un comunicado. "Con efecto inmediato, los cubanos que intenten entrar ilegalmente en Estados Unidos y no sean considerados aptos para recibir un alivio humanitario estarán sujetos a deportación, de acuerdo con la ley estadounidense", precisa la nota.

La política migratoria de EEUU hacia los cubanos eliminada este jueves fue adoptada en 1995 por el presidente Bill Clinton y consistía en que los cubanos interceptados en el mar ('pies mojados') eran devueltos a Cuba, mientras que los que lograban tocar tierra ('pies secos') eran admitidos en Estados Unidos y se les permitía obtener la residencia permanente un año después de su llegada. La normativa venía a cambiar un marco migratorio aún más permisivo con los inmigrantes cubanos, que entonces eran admitidos incluso si eran interceptados en el mar. El cambio impulsado por Clinton se produjo a raíz de la crisis de los balseros de 1994, cuando las patrulleras estadounidenses interceptaron en el mar a más de 30.000 cubanos que huyeron de su país en frágiles embarcaciones. "Esta política se implementó hace más de veinte años y fue diseñada para una era diferente", ha subrayado ahora Obama.

MEDIDA DE APLICACIÓN INMEDIATA

El carácter inmediato de la medida implica que los cubanos indocumentados que lleguen a partir de hoy a territorio estadounidense podrán presentar ante las autoridades migratorias sus peticiones de asilo si los tienen, pero serán tratados como los de otros países y podrán ser deportados sin mucho retraso. A los indocumentados cubanos podrán incluso aplicárseles en algunos casos los procedimientos de "deportación expedita", que permiten la expulsión del país sin audiencia ante un juez de inmigración.

Obama también puso fin a un programa de alivio migratorio que permitía solicitar asilo a profesionales médicos cubanos que abandonaran sus misiones internacionales o que cursaran estudios en el exterior, iniciado en el 2006 y conocido como 'Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos' (CMPPP). "A partir de ahora, el personal médico cubano podrá solicitar asilo en las embajadas y consulados de Estados Unidos de todo el mundo de acuerdo con los procedimientos que se aplican a todos los extranjeros", señala el comunicado de la Casa Blanca.

Los cambios forman parte de un acuerdo bilateral firmado este jueves en La Habana por el que ambos países "declaran su intención de promover cambios en sus respectivas leyes migratorias". La política de 'pies secos / pies mojados' es, de hecho, una enmienda a la Ley de Ajuste Cubano de 1966, que otorga autoridad al secretario de Seguridad Nacional de EEUU para permitir que los cubanos que han entrado en el país obtengan la residencia permanente un año después de su llegada.

CONDICIÓN CUBANA

El fin de esta política no elimina el compromiso de Estados Unidos de seguir admitiendo cada año a un mínimo de 20.000 inmigrantes cubanos que entren legalmente al país, como se estableció en un acuerdo migratorio conjunto firmado en 1994. Pero a partir de ahora, los cubanos indocumentados que logren tocar tierra en Estados Unidos serán deportados, y "el Gobierno cubano ha accedido a aceptar su regreso", según ha asegurado Obama.

Solo hay un matiz: por ahora, el Gobierno cubano solo aceptará de vuelta al país a sus ciudadanos cuando hayan pasado "menos de cuatro años" entre su salida de Cuba y el "comienzo del procedimiento de expulsión" de EEUU, ha explicado el secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Jeh Johnson, en rueda de prensa. "Esperamos llegar algún día a un lugar que sea completamente coherente con las leyes internacionales, en el que los cubanos acepten a todos los inmigrantes que sean deportados", ha apuntado Johnson.

La limitación de los cuatro años se deriva de una ley cubana adoptada en respuesta a la Ley de Ajuste Cubano, y el Gobierno de Raúl Castro ha expresado su voluntad de "derogar" esa legislación si el Congreso estadounidense hace lo propio con la medida de 1966, ha precisado el asesor adjunto de seguridad nacional de Obama, Ben Rhodes. A juicio de Rhodes, "hay apoyo bipartidista" para que el Congreso derogue la Ley de Ajuste Cubano, algo que dos legisladores republicanos de origen cubano, el senador Marco Rubio y el congresista Carlos Curbelo, impulsaron el año pasado con sendos proyectos legislativos.