Este viernes en China fue ejecutada Mo Huanjing, la niñera que prendió fuego a la casa donde trabajaba para poder solucionar sus problemas de dinero.

La mujer había llegado a deber 9500 dólares por su adicción al juego, y pensó que generar un incendio para salvar a los niños haría que la familia le preste más dinero.

Fue por ese motivo que en junio del año pasado decidió coger un encendedor y prenderle fuego a la sala donde cuidaba a los niños. Sin embargo, su plan no salió como esperaba y los tres pequeños que tenía a su cuidado, junto a su madre, terminaron falleciendo.

Lin Shengbin, el esposo y padre de los niños, estaba en un viaje de negocios en el momento del suceso.

Mo Huanjing fue condenada a muerte el pasado mes de febrero tras determinarse que provocó el incendio de manera intencional, y este viernes fue finalmente ejecutada.

En una carta revelada durante el juicio, afirmó: "Si mi muerte hiciera que todo volviera a empezar, estaría dispuesta a ser condenada a muerte".

LAS PALABRAS DEL PADRE

Las noticias de la ejecución provocaron una gran rconmoción en Weibo, el equivalente de Twitter en China, donde el padre de la familia asesinada dijo a sus 2,6 millones de seguidores que "el demonio Mo Huanjing fue finalmente ejecutado".

"Al escuchar las noticias, mis lágrimas no dejaron de fluir", escribió. "Llamé a mis padres. Mi madre escuchó y lloró y me dijo que todos habían esperado demasiado este día".

La naturaleza del crimen ha hecho que el "caso de incendio intencional de la niñera de Hangzhou" sea una referencia popular entre los defensores de la pena de muerte en el país.

Se cree que China ejecuta a más personas por año que cualquier otro país, pero es muy reservada sobre el número concreto. Amnistía Internacional calcula que la cifra sería de miles, más que el resto de todos los países del mundo juntos.