Un juez federal de los Estados Unidos rechazó la solicitud del Gobierno de Donald Trump, de continuar la construcción del muro en la frontera con México empleando fondos del Pentágono, mientras estudia un recurso.

La Casa Blanca había solicitado al juez que permitiese seguir con la obra mientras estudia una apelación al fallo que este mismo magistrado dictó el viernes pasado, cuando bloqueó temporalmente el desvío de ese dinero para erigir la valla.

Según medios de comunicación locales, en su segunda decisión en contra de la Casa Blanca en menos de una semana, el juez de la Corte del Distrito Norte de California, Haywood Gilliam, argumentó, que permitir la construcción del muro mientras la Administración apela su fallo traería más controversia al caso. El periódico San Francisco Chronicle informó de que los abogados del Gobierno del presidente Donald Trump habían anunciado que llevarían su petición al Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito, si Gilliam rechazaba su petición.

Las disputas legales

El viernes pasado, Gilliam, nombrado por el anterior presidente estadounidense, Barack Obama (2009-2017), bloqueó parcialmente el plan de Trump de financiar el muro fronterizo mediante fondos procedentes del Departamento de Defensa, para lo que se valió de la emergencia nacional que declaró en febrero para evitar al Congreso, donde los demócratas se oponen.

El fallo congela la transferencia de unos 1.000 millones de dólares del presupuesto del Pentágono para pagar la barrera en la frontera y limita la creación de partes del muro, pero no detiene su construcción. En concreto, el magistrado impide al Gobierno "adoptar cualquier acción para construir la barrera fronteriza" empleando fondos desviados del Departamento de Defensa en las zonas de Yuma y El Paso, en los estados limítrofes con México de Arizona y Texas, respectivamente.

El Congreso aprobó en febrero 1.375 millones de dólares para erigir el muro, una cifra que quedaba muy lejos de los 5.700 millones que Trump había pedido, lo que llevó al mandatario a declarar una emergencia nacional en la frontera con México con el objetivo de conseguir esos fondos sin necesidad de que fuesen autorizados por el Legislativo, cuya Cámara Baja controlan los demócratas.

Una estrategia polémica

Con la emergencia nacional, el Gobierno reasignó al muro unos 6.600 millones de dólares previamente aprobados para el Pentágono y el Departamento del Tesoro y que sumados a los 1.375 millones que el Congreso sí destinó al muro debían servir para la construcción de unos 376 kilómetros y permitir al presidente empezar a cumplir su principal promesa de campaña.

Sin embargo, el juez Gilliam consideró en su sentencia que "el control absoluto del Congreso sobre los gastos federales -incluso cuando ese control pueda frustrar los deseos de la rama ejecutiva en relación a iniciativas que considere importantes- no es un fallo del sistema constitucional. Al contrario, es una característica esencial del mismo".