El Gobierno de Nicaragua y grupos afines al oficialismo conmemoraron el martes en Managua el sexto aniversario de la muerte del expresidente de Venezuela Hugo Chávez Frías.

Una celebración encabezada por la Juventud Sandinista y la embajada de Venezuela en Nicaragua incluyó cantos en honor de Chávez, fallecido el 5 de marzo de 2013 a causa de un cáncer.

Los integrantes de los grupos oficialistas también depositaron flores en el monumento en honor del fallecido líder venezolano, en el antiguo centro de Managua, en la avenida "De Bolívar a Chávez".

"Hoy te llevamos en el corazón porque todos somos Chávez", dijo el embajador de Venezuela en Nicaragua, Francisco Javier Arrúe, durante la celebración.

El coordinador nacional de la Juventud Sandinista, Milton Ruiz, afirmó que "la siembra" de Chávez, "quien no ha muerto", está en el pueblo nicaragüense, "porque Chávez no solo es de Venezuela, es de Nicaragua, Latinoamérica y el mundo".

Arrúe agradeció a la Juventud Sandinista haber liderado la celebración en memoria de Chávez.

"Por eso un agradecimiento infinito también a la juventud que nos acompaña, y le digo a la juventud nicaragüense, cuenten con Venezuela, cuenten con la juventud de Venezuela y con la revolución bolivariana", dijo el diplomático.

CHÁVEZ, ¿SALVADOR DEL MUNDO?

El domingo pasado el sandinismo dedicó una misa en honor de Chávez en una parroquia católica de Managua.

Por su parte, la vicepresidenta y primera dama de Nicaragua, Rosario Murillo, dijo que Chávez tenía "la aspiración" para el mundo de "crear condiciones óptimas para la vida digna en convivencia fraternal, entendimiento, paz y desarrollo justo".

Más tarde, miembros de la Juventud Sandinista y trabajadores del Estado participaron en una caminata con banderas de Venezuela y del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), así como con fotos de Chávez, del presidente venezolano, Nicolás Maduro, y el mandatario nicaragüense, Daniel Ortega.

Las celebraciones dedicadas a Chávez en Managua se dan mientras Nicaragua atraviesa una crisis que ha dejado, según organismos humanitarios, entre 325 y 561 muertos, de 340 a 777 detenidos, cientos de desaparecidos, miles de heridos y decenas de miles de personas en el exilio desde abril pasado en el marco de las protestas contra el presidente Ortega.

Ortega reconoce 199 muertos y 340 detenidos a los que llama "terroristas", "golpistas" y "delincuentes comunes", y se dice víctima de un "intento de golpe de Estado" que da por fallido.