El secretario de Defensa en funciones de EEUU, Patrick Shanahan, anunció el envío de unos 1.000 militares a Oriente Próximo con propósitos «defensivos» para hacer frente a las «amenazas» de Irán contra intereses de EEUU. «Los recientes ataques de Irán prueban la fidedigna y creíble información que hemos recibido sobre el comportamiento hostil de fuerzas iranís y sus grupos que amenazan al personal y los intereses de EEUU en la región», dijo Shahanan.

El jefe del Pentágono aseguró que este aumento de tropas, que se suman a los 20.000 soldados que EEUU ya tienen desplegados en la región, tiene «propósitos defensivos» e insistió que «no busca un conflicto con Irán». «Las medidas que tomamos son para proteger la seguridad y el bienestar de nuestro personal militar y para proteger nuestros intereses nacionales», añadió.

Shanahan dijo que el envío de tropas fue una petición del Comando Central de EEUU. El presidente, Donald Trump, ya había anunciado en mayo el envío de militares a la región. «Las cosas van a ir muy bien en Oriente Medio (...) No creo que Irán quiera un enfrentamiento y no creo que quiera enfrentarse a nosotros, pero no puede tener armas nucleares», dijo el mandatario.

La tensión con Irán repuntó desde que Washington anunció en abril el fin de las exenciones a ocho países la compra del petróleo iraní y continuó con la designación como terroristas de los Guardianes de la Revolución y el aumento de la presencia militar estadounidense en Oriente Próximo. Esos roces volvieron a escalar en los últimos días tras el ataque a dos buques cisterna en el golfo Pérsico, del que Washington ha acusado a Teherán que, por su parte, ha responsabilizado a EEUU y sus aliados en la región.

En respuesta al envío de más soldados estadounidenses, el presidente iraní, Hasan Rohaní, dijo ayer que «los enemigos nunca ganarán esta guerra contra la nación iraní porque no estamos en guerra con una nación, la otra parte no es una nación sino un grupo de políticos sin experiencia». Rohaní señaló que el pueblo afronta «una guerra de fuerza de voluntad».

El presidente iraní se refirió también a las nuevas sanciones impuestas por la Casa Blanca a Teherán por el programa nuclera. «Van dirigidas contra todos y cada uno de los individuos», y no contra el Gobierno, advirtió. «Irán ha sido leal a sus compromisos y acuerdos internacionales. Fue la otra parte quien violó todos los acuerdos».

Irán anunció el lunes que a finales de junio sus reservas de uranio enriquecido superarán el límite de 300 kilogramos estipulado en el acuerdo, con lo que violará por primera vez una de sus obligaciones.