El presidente de EEUU, Donald Trump, sacudido los últimos días por el renovado debate sobre el impeachment tras la comparecencia pública del fiscal especial Robert Mueller, ha vuelto a sacar su armamento pesado para provocar su propio terremoto: guerra comercial e inmigración, los dos temas que ha hecho centrales en su presidencia y también en su perpetua campaña para buscar en el 2020 la reelección. El jueves, en un mensaje lanzado primero en Twitter, el mandatario anunció que a partir del 10 de junio impondrá aranceles a todas las importaciones de México, su tercer socio comercial, si el país vecino no «detiene» el flujo de migrantes de terceros países que cruzan la frontera sin papeles después de atravesar México.

El plan, detallado luego por la Casa Blanca, establece unos gravámenes iniciales del 5% a todos los productos que llegan a México, exportaciones que el año pasado sumaron casi 350.000 millones de dólares. Los aranceles irán subiendo gradualmente en incrementos de otro 5% el primer día de cada mes, con el potencial de alcanzar en octubre el 25% y quedarse instalados ahí. Solo cuando EEUU determine a su «discreción y juicio» que México toma acciones «efectivas» para «aliviar la crisis de la migración ilegal», se levantarán las tasas.

EFECTO INMEDIATO / La onda expansiva del anuncio fue inmediata. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, contestó el jueves a Trump con una carta abierta en la que llamó al «diálogo, la prudencia y la responsabilidad». Ayer, en una rueda de prensa, el líder de izquierdas insistió en que «no hay necesidad de confrontación». Y también ayer llegó a Washington una delegación mexicana encabezada por su secretario de Relaciones Exteriores «para llegar a un acuerdo en beneficio de las dos naciones».

El peso se devaluó inmediatamente y los mercados mundiales amanecieron con caídas. El miedo más grande lo vive el sector del automóvil, el potencial mayor afectado por los aranceles, dado que el 17% de los coches que vende Detroit en EEUU se fabrican en México y de allí proceden dos terceras partes de los componentes que usa la industria estadounidense. También en los sectores agrícola, de alimentación y en otros de fuertes vínculos con México, como el de cables o plata, se extienden los temblores.

ACUERDO EN PELIGRO / El polémico plan de Trump, además, pone en riesgo la ratificación del renovado pacto de libre comercio entre EEUU, México y Canadá. Algunos analistas, como los economistas de Goldman Sachs, avisan de que «si los aranceles se implementan como están propuestos», ven no imposible pero si altamente improbable que el nuevo acuerdo entre en vigor antes de las elecciones del 2020. Y múltiples legisladores republicanos, especialmente de estados agrícolas, han criticado la estrategia de Trump. «Me temo que el progreso para culminar el acuerdo comercial se asfixiará», dijo la senadora Joni Ernst.

Su colega Charles Grassley, el republicano que preside el comité financiero del Senado y es un frecuente crítico de las tácticas comerciales del presidente, antes denunció en un comunicado: «La política comercial y la seguridad de frontera son temas separados y esto es un mal uso de la autoridad arancelaria del presidente».

LA LÍNEA ROJA / Trump está en desacuerdo con Grassley. Con este plan da un nuevo paso en las guerras comerciales, que ha elevado a un nivel inédito con China y, aunque con algo menos de intensidad pero también amenazas crecientes, con otros aliados tradicionales como la Unión Europea o Japón.

El presidente, además, avanza con este órdago en su endurecimiento de la política de migración, eje de su elección y presidencia. En su defensa del plan ha insistido en hablar de una «invasión» y en responsabilizar a partes iguales a los demócratas, a los que acusa de bloquear reformas legales, y a México, al que reprocha no hacer lo suficiente para frenar en su frontera con Guatemala o mientras atraviesan el país a los migrantes centroamericanos que ahora se han convertido en el principal grupo de quienes entran a EEUU sin papeles. Poco antes de su anuncio de levantar un muro, Trump había tuiteado imágenes del día anterior, cuando la Patrulla Fronteriza aprehendió al mayor grupo de migrantes de su historia.