Arabia Saudí ha anunciado que pone fin a las restricciones de viaje sobre las mujeres adultas, que hasta ahora necesitaban el permiso de sus guardianes masculinos para viajar. También les concede un mayor control sobre los asuntos familiares. Este anuncio, hecho público mediante una serie de decretos ministeriales publicados en el boletín oficial del reino, se produce tras las crecientes críticas contra el sistema de tutela masculino sobre las mujeres y en un momento en que el país está en el foco de la comunidad internacional por la situación de los derechos humanos en el país.

La nueva norma estipula que se debe dar un pasaporte saudí a cualquier ciudadano que lo solicite y que ninguna persona mayor de 21 años necesita de permiso para poder viajar. Ello abre la puerta a que las mujeres saudíes puedan a partir de ahora viajar libremente, sin necesidad de la autorización masculina (padres, maridos, hermanos u otros tutores).

Riad ha sufrido la censura internacional por la situación de las mujeres que, según los grupos de defensa de los derechos humanos, son tratadas en Arabia Saudí como ciudadanos de segunda categoría dado que requerían la autorización de un tutor masculino para tomar decisiones importantes durante toda su vida.

El príncipe heredero, Mohammed bin Salman, gobernante de facto, ha dado un paso más para intentar lavar la imagen de su país.

Ya el año pasado el gobierno saudí levantó la norma en la que se prohibía a las mujeres conducir . Todo ello, con el objetivo de abrir el conservador reino musulmán y transformar así su economía.

Pero el asesinato del periodista Jamal Kashoggi en el consulado de Arabia Saudí en Estambul, durante el pasado mes de octubre, ha provocado una ola de críticas de la comunidad internacional hacia el régimen saudí y en especial hacia el príncipe Salman, quien se encuentra en el foco de las sospechas por este crimen.