El general golpista José Efraín Ríos Montt murió ayer en Guatemala a los 91 años, antes de que terminara su segundo juicio por genocidio. Gobernó de facto Guatemala entre 1982 y 1983 tras un golpe de Estado y estaba siendo juzgado por el asesinato de 1.171 indígenas ixiles en el departamento noroccidental de Quiché. «Falleció en su hogar, con el amor de su familia, con su conciencia limpia», dijo uno de sus abogados, Luis Rosales.

En mayo del 2013, Ríos Montt fue declarado culpable de genocidio y delitos de lesa humanidad y condenado a 80 años de prisión, con lo que se convirtió en uno de los primeros altos mandos militares castigados por esos delitos en América Latina. Sin embargo, no llegaría a pisar la cárcel. Diez días después, en una polémica decisión, la Corte de Constitucionalidad (CC), máxima instancia jurídica del país, anuló la sentencia y ordenó un nuevo juicio, que estaba actualmente en curso.